Una política climática ambiciosa para la UE.

El acuerdo sobre el marco de clima y energía para 2030 estableció el compromiso de la UE de reducir las emisiones internas de gases de efecto invernadero en al menos un 40 % en comparación con 1990.

Este objetivo representa una ambiciosa contribución a las negociaciones internacionales sobre el cambio climático con vistas a alcanzar un acuerdo vinculante sobre el clima en 2015. Esta contribución se especifica en la Comunicación «Rumbo a París», presentada al mismo tiempo que la presente Estrategia Marco para la Unión de la Energía. La Comisión, junto con los Estados miembros, entablará un diálogo con otras grandes economías para convencerlas de que se sumen al ambicioso objetivo europeo. Esto se conseguirá mediante una diplomacia europea activa en materia de clima que haga pleno uso de los instrumentos comerciales y de desarrollo.

La piedra angular de la política climática europea es el buen funcionamiento del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE. Como resultado de la reserva de estabilidad del mercado y de las medidas necesarias para alcanzar el objetivo más ambicioso decidido en el marco del acuerdo para 2030, el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE garantizará un precio coherente para las emisiones de carbono y estimulará reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero rentables. La Comisión Europea quiere que el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE desempeñe plenamente su función como catalizador tecnológicamente neutro y rentable de inversiones hipocarbónicas a nivel de la UE. Mediante la formación de precios a nivel de la UE, dicho régimen refuerza el funcionamiento del mercado interior de la energía y fomenta la aceptación de las energías renovables y otras tecnologías hipocarbónicas y eficientes desde el punto de vista energético. Las políticas destinadas a evitar la fuga de carbono deben reflejar el grado de esfuerzo realizado por otras grandes economías.

Aún es preciso establecer objetivos nacionales para los sectores no incluidos en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE, y los sectores agrícola y forestal se incorporarán al marco de la UE para 2030, a fin de que se beneficien también de los incentivos adecuados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuyan a la lucha contra el cambio climático.