Obama descalifica la política energética española de Zapatero.
España no llegará al 20% de renovables en 2020 y es uno de los países que menos disminuyó sus emisiones de CO2 en la OCDE. Bruselas y la AIE le chafan a Zapatero su ‘Plan verde’ y el lobby del cambio climático.
No ha podido ser. El viaje a la Casa Blanca le dejó claro a Moncloa que la ‘sintonía planetaria’ con Obama no llega al primer intento, ni como Moncloa quería. Zapatero se despeja la alfombra de la presidencia europea, trata de quitarle las manchas que Bruselas le ha echado a su mix energético y agota todos sus cartuchos para tomar cualquier atajo -diplomático, empresarial o académico- que le acerque a la “revolución de las renovables” de Obama, pero encaja aún el ‘tentetieso’ de las Cumbres de Pittsburg y Londres. EE UU no le dejará a Madrid el cetro del cambio climático, menos ahora que los informes de la Agencia Internacional de la Energía y el Comité Mundial llenan de manchas sus aspiraciones. No es otro que Juan Verde -el asesor de Obama- el que recordaba que está a la cola europea del cambio climático, de la reducción de las emisiones del CO2 y de la investigación. Bruselas y la AIEA vaticinan que España no alcanzará sus horizontes del 20% de renovables en 2020 y le sacan a Zapatero los colores de las ayudas al carbón y la fiscalidad verde.
El Consejo Mundial de la Energía la sitúa entre los gobiernos con peor eficiencia energética de los países ricos. Y el G20, la OCDE y la AIEA le advierten de que la ecuación de la energía limpia y sostenible pasa por la nuclear, una fórmula que Zapatero no quiere digerir. Moncloa ha comenzado ya a ordenar todos sus alfiles exteriores: el lobby verde trabaja con los ministros, la fundación Ideas y hasta más de un ‘exiliado’ -Narbona y Manuel Marín- a bordo. Ante Bruselas, le da cuerda a nuevos discursos e informes. Ante Obama, el viaje de Sebastián la próxima semana intentará ‘limpiar’ el desencuentro energético y las protestas de empresas estadounidenses tras los vaivenes regulatorios de la energí ;a termonuclear en el Senado español. A Zapatero le preocupa tanto que tratará de hacer de esa intersección entre la política exterior, la energía y el climático uno de los burladeros del pacto de estado, o al menos de una tregua con el PP durante seis meses.
La nueva consigna del ‘Plan Made in Spain’ en su arista energética es arrimarse a la foto de los méritos de las empresas españolas que han conseguido subirse a la ‘ola verde’ de Obama. Ni en Moncloa ni en la Fundación Ideas olvidan que fue en la fábrica de Gamesa en Pensilvania donde Obama puso de largo en plena campaña electoral, sus planes para las ‘energías limpias’. España puede convertirse en “la gran aliada de EE UU en la ‘revolución verde’ de Obama. Por eso, ya que el 13 de octubre Zapatero no pudo consumar la ‘sintonía renovable’ en la Casa Blanca, el ‘lobby verde de Ferraz’ se sube a los vientos que impulsan a las grandes empresas de renovables españolas en el mercado estadounidense. Miguel Sebastián intentará consumarlo. España ha sido el tercer inversor extranjero en su país mientra s que EEUU ha sido el primero en España, es el mismísimo Obama el que se lo recordaba a Zapatero durante su primera visita a EE UU.
El presidente español quiere aprovechar la oportunidad y ya ha encargado al ministro de Industria la primera gran misión de esta nueva etapa de diplomacia económica. El 26 de octubre, encabezará una delegación con 80 empresarios españoles en un viaje por California, Colorado y Tejas, en el que habrá parada en el Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Denver-al que han sido invitados personalmente por el secretario de Energía, Steven Chu- y en una de las dos mayores plantas eólicas de Iberdrola en Colorado. Sebastián se ‘arrimará’ a Acciona Solar Power, ahora que acaba de ser seleccionada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Tierra de Estados Unidos para desarrollar un macroproyecto solar de 500 MW. Tiene la orden expresa de Moncloa de despejar todas las dudas al ‘halo’ de las termosolares españolas.
Una semana y el viaje de ida y vuelta del decreto pactado entre CiU y el PSOE para suspender el decreto de registro de las termosolares ha servido para sembrar de dudas a las principales empresas del sector, entre ellas las americanas, que buscaban en España el ‘sol’ de las renovables europeas. Para Florida Power & Light (FPL) -que quiere hacer de la energía termosolar su puerta de entrada en España, con un megaproyecto en el entorno de 100 megavatios en Extremadura y con inversiones valoradas en 600 millones de euros- la situación normativa actual en España, además de crear una gran inseguridad en sus planes, no se entiende, teniendo en cuenta que entre EEUU y España cabría esperar reciprocidad. No se ha quedado parada .Tampoco E.ON: busca socios en España, mira al sol Andalucía, uno de los epicentros globales de generación de energía solar térmica de concentración, Wulf Bernotat no moverá una coma de sus plan de 1.600 millones de inversión hasta 2013, pero se piensa ahora dos veces su desembarco español: fue una de las primeras del sector en dejarle bien claro a Industria que, sin una regulación clara, devolverá a la nevera a su nuevo socio español.
Ferraz y Moncloa hacen ''lobby'' a cuatro manos, siguen la pauta que les ha despejado el Washington Post y comienzan a repetir el mantra, para que llegue a los oídos de la Casa Blanca: el combate al cambio climático será la oportunidad de regenerar el empleo español. Tras el éxito alcanzado en Estados Unidos, Australia y Reino Unido, España fue el cuarto país en adherirse al The Climate Project (TCP) de Gore, la cuarta sede del proyecto a nivel mundial y la primera en un país de habla no inglesa. Pero a Obama y Barroso se les acumulan en la mesa informes sobre los costes y las limitaciones del mapa energético español. Sebastián buscaba limpiarse las ‘manchas’ de sus renovables en los hombros de Barack Obama.
Lo hizo con el informe de los expertos del Laboratorio Nacional de Energías Renovables de EE UU que niegan que las energías limpias destruyan empleo y recuerdan que la industria eólica en España recibió el año pasado 900 millones de euros en subvenciones pero exportó por valor de 2.550 millones, cubrió el 11,5% de la demanda eléctrica, evitó la importación de combustibles fósiles por 1.200 millones y ha generado 40.000 empleos. Eso será todo. Esta vez, los informes del presidente del Instituto Juan de Mariana (IJM), Gabriel Calzada, llueven sobre mojado en las ‘manchas más negras’ de las energías verdes españolas.
LEJOS DEL 20x3 DE EUROPA
El ministro español de Industria, en su intervención ante sus pares en la Cumbre de la AIE, sólo tuvo palabras para las renovables. Tanto como para ligarlas a la paz mundial. Pero sus esfuerzos no han podido opacar el informe simultáneo del Comité Mundial de la Energía, que considera que la política energética de España es menos efectiva que la de otros países ricos. Los compromisos de España no están a la altura de sus ambiciones: se lo advierten no sólo los ecologistas españoles y los informes como el de WWF (“El camino a Copenhague”), sino el que iba a ser su aliado en el frente ‘europeo’ al cambio climático: Gordon Brown. Gran Bretaña ha comenzado, de la mano con Obama y Bruselas, a incluir el ‘ingrediente’ nuclear como uno de los arietes de la ‘menú’ contra el cambio climático. Y hasta Joan Ruddoc k Secretaria de Estado de Cambio Climático de Reino Unido, antinuclear hasta hace tres años, le ha ‘bajado’ los humos a la Secretaria de Cambio Climático española, Teresa Ribera: si no hay propuesta concreta de recorte -avisa- España pierde credibilidad. Los países industrializados han ofrecido recortes de entre el 15 y el 23% de sus emisiones, cuando es necesario llegar al 25-40% para evitar lo peor del calentamiento global. La UE ha dicho que reducirá, sin condiciones, el 20% y llegará al 30% si hay acuerdo en Copenhague.
Hasta el momento, España sólo se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) difusas un 10% para 2020 respecto a los niveles de 2005, lo que ni siquiera supone una mejora respecto a los niveles exigidos por el Protocolo de Kyoto para el período 2008-2012. Todo lo contrario, significaría un aumento de las emisiones difusas un 46% respecto a los niveles de 1990, lejos del mapa prometido en tiempos de Cristina Narbona, que aspiraba a reducir las emisiones de CO2 un 30% el transporte, el comercio o la agricultura para el 2020, a cambio de una factura del 0,02% del PIB. Sebastián y Zapatero olvidan que -según la propia Agencia Internacional de la Energía- es sólo la recesión global la que le ha permitido a España reducir sus emisiones de CO2 un 16,9% este semestre, frente al 3% de la media mundial. Aún así es un 42,7% más con respecto a 1990, un horizonte que le cuelga a Zapatero la ‘medalla’ del país industrializado que más se aleja del cumplimiento del Protocolo de Kioto y de sus líneas rojas, que permitían al mercado español hasta 2012 emitir sólo un 15% más de gases contaminantes que en 1990.
Ni la radiografía de la Agencia, ni los últimos informes de organismos internacionales ayudan a su ‘corona verde’. El estudio de la Comisión Mundial de la Energía (CME) "Energía mundial y política ambiental: Evaluación del año 2009" -con la vista puesta en la inversión en tecnología, la adopción de medidas de eficiencia energética y la captura y el almacenamiento de CO2- deja a España por debajo de la mitad del grupo de los países más ricos analizados, con una calificación de un 6,7, la misma que a Eslovenia.
Madrid camina hacia el corazón de Europa de espaldas a las recetas comunitarias para el cambio climático: España destaca en la ayuda a los países pobres contra el cambio climático -invirtió en 2008 más de 200 millones de euros- pero “no investiga lo suficiente en energía verde”. Suspende en movilidad sostenible, las emisiones de CO2 producidas por la movilidad de pasajeros -excluyendo aviones y barcos- han aumentado casi un 90% desde 1990, al mismo nivel países con mucha más población, como Francia, Italia o Reino Unido, y que triplican las de Polonia, que tiene casi los mismos habitantes que España. El horizonte comunitario de un 20% de producción renovable en 2020 se le queda aún grande. Si en 2003 las renovables representaban en España el 7% del consumo primario, en 2008 sólo el 7,6%. Según los diferentes escenarios previstos por los experto s, la generación renovable tan sólo alcanzará en España en 2020 una cobertura de consumo comprendida entre el 9% -previsión más pesimista- y el 15% -cálculo más pesimista-, ambas cifras ya en energía final.
SUSPENSO EN AHORRO ENERGÉTICO
Ni Moncloa -que ha vuelto a demorar la Ley de Eficiencia Energética y estudia aún si potenciarla al amparo de la Ley de Economía Sostenible- cree en las promesas del ahorro energético de Sebastián. Han paseado los planes por el Congreso esta semana, pero sin él. Dos años después de que el ministro de Industria prometiera hacer del ahorro energético el equivalente al doble de la potencia nuclear española, ha sido de nuevo la AIE la que le ha sacado todos los colores: ninguno de sus tres pilares -el Movele, las bombillas y las empresas de servicios energéticos- han sido suficientes para sacar a España del penúltimo lugar, a la cola de la eficiencia energética mundial, sólo seguido por Polonia entre los 28 países avanzados que forman parte de la AIE. España -paradojas de la avidez del ministro- España es el campeón de la puesta en marcha de nuev as medidas -un 70% de las políticas están al menos, planeadas- pero uno de los últimos de la clase en su cumplimiento, apenas un 10% del total.
Ya le habían advertido los analistas: su plan no tiene señales de precio al consumidor y la mayoría de sus propuestas están basadas en la buena voluntad de consumidores, fabricantes, y administraciones, poca regulación, incentivos y multas. Sólo un 40% de sus destinatarios ha querido recibir unas bombillas (20 millones) con las que el ministro prometía ahorrar 1.280 millones de euros en consumo. El mercado, la industria de la energía y hasta los fabricantes lo han dejado solo con el Movele: hasta los ecologistas le han manchado al ministro de Industria sus galones verdes: un coche eléctrico contamina menos, pero no es cierto que su nivel de emisiones sea cero. Le ha puesto barreras, negro sobre blanco, Ecologistas en Acción: Sebastián se embriaga en brazos de sus propios sueños. Según sus cálculos, sustituyendo todo el parque automovilístico actual por coches elé ctricos se dejarían de emitir 81 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, lo que representa el 81 por ciento de las emisiones del sector transporte.
Olvida el ministro que la fabricación de un automóvil consume tanta energía como el gasto de ese mismo vehículo en 60.000 kilómetros. Y su intención de crear empresas de ahorro energético -que en EEUU han tenido un éxito total: se han creado 60.000 empleos- no ha conseguido el impulso de la financiación del IDEA. Y sin que se haya generalizado el uso de auditorías energéticas -con normativa específica- para alcanzar objetivos de ahorro en empresas e instituciones que exige la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética (A3E). Salgado le recorta sus presupuestos y la Ley de Economía Sostenible, no acaba de llegar. Cuando en 2008 presentó su nuevo Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011, la intensidad energética de la economía española (la cantidad de energía necesaria para generar 1.000 dólares de producción) se situaba por debajo de la media de la AIE en el 2007, pero era el único de los 28 en que había crecido desde 1990 (aunque fuera muy ligeramente).
Hoy, no se ha aplicado ninguna de las recomendaciones de la Agencia Internacional ni en los transportes ni en la energía españoles. La Agencia corrobora la supremacía española en renovables: es el tercer país en parques eólicos instalados y el cuarto en energía solar, pero vuelve a pinchar en la letra pequeña del gasto público en I+D específico para renovables: se ha dado marcha atrás respecto a los niveles de 1990. Zapatero esconde el ‘tijeretazo’: a pesar de que Industria es uno de los pocos ministerios que se salva del recorte presupuestario, el programa de Investigación energética, medioambiental y tecnológica se reduce en un 26% y el de investigación geológico-minera y medioambiental en un 67%. Y hasta la inversión del Ministerio de Industria en el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) disminuy e este año en 8,5 millones de euros, desde los sólo 67 millones actuales. Hay CCAA que tienen más inversión que el ministerio para su ahorro energético.
MONCLOA IRRITA A WASHINGTON
Zapatero vuelve a sacar de la nevera de la calma las iniciativas energéticas de Jesús Caldera, no lo hacía desde el ‘affaire Garoña’ en junio. Cuenta con el apoyo del Center for American Progress y con la curiosidad de la London School of Economics, del European Green Party y de la Universidad de Princeton, pero la sintonía entre Madrid y Washington no pasa por las latitudes del cambio climático. Obama ha enfriado la Cumbre del Clima y con ella las pretensiones “globales” de Rodríguez Zapatero y sus expectativas para diciembre. La propuesta de Zapatero de destinar el 0,7% del PIB al desarrollo tecnológico de las renovables y el cambo climático ha pasado sin pena ni gloria ante el silencio de la comunidad internacional. Ante las lanzas en ristre de España, que suma sus protestas a las de India y los emergentes, ni el presidente de EEUU ni China se comprometen ante la ONU a realizar reducciones concretas de CO2, EEUU no aprobará leyes de recorte de emisiones al menos hasta 2010, cuando el Senado salga de la reforma sanitaria. Hasta el gobierno de Hu Jintao le ha sacado los colores de las promesas verdes y "aumentará la producción de las energías no fósiles en torno a un 15% para 2020".
La insistencia de Rodríguez Zapatero -exige más compromisos a EE UU y le recuerda que no suscribió Kioto- orada la paciencia de la administración Obama, ahora que el Senado norteamericano debate una ley para reducir parcialmente la emisión de gases de efecto invernadero en 2020 a los niveles de 1990, mientras que la propuesta de Europa es recortar un 30% por ciento más y la de Japón, un 25%. El programa de la presidencia en la lucha contra el cambio climático de Obama cuenta con una inversión anual de 15.000 millones de euros al año, mientras que la de Bush era de 1.200 millones. Además, prevé en Estados Unidos, el país que más energía consume del mundo, en 2025 el 25% de éstas sean renovables, en 2050 acabar con la dependencia de los combustibles fósiles y reducir las emisiones de dióxido de carbono. Se lo recordó a domicilio este verano nad a menos que Juan Verde Suárez, presidente y fundador de The Climate Project Spain (rama española del Proyecto de Cambio Climático de Al Gore) y asesor del presidente de los EE.UU: España es el país europeo con mejores condiciones para las energías renovables, pero está a la cola de Europa en el Protocolo de Kioto.