El auge de la energía solar domiciliaria en América Latina.

La energía solar térmica puede ahorrar en los hogares hasta un 60% de la demanda de energía de agua caliente y calefacción. En América Latina muchos países están fortaleciendo este sector a través de políticas energéticas y sociales.

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El desarrollo de capacidades y empresas dedicadas a mantención, investigación y desarrollo tecnológico en torno al desarrollo solar térmico en viviendas, están experimentando un crecimiento sin precedentes sobre todo en muchos países de América Latina. Esto es debido a que la calefacción solar resulta ser más barata que la proporcionada por los combustibles fósiles. La radiación solar es un medio de calentar agua de bajo costo de operación, amigable con el medioambiente e independiente energéticamente, por lo que es especialmente adecuado para suplir el uso de combustibles tradicionales.

El potencial de ahorro que supone para un hogar la tecnología solar térmica y fotovoltaica es enorme, por ello se han aprobado diversas medidas sociales para facilitar el acceso de las familias de más bajos recursos a estas tecnologías. A la vez que se impulsa la industria, se favorece a la economía de los ciudadanos más desfavorecidos. Sin las ayudas y subvenciones para colectores solares y sistemas de autoconsumo, muchas familias no podrán acceder a este tipo de energía, la cual supone un gran ahorro para el presupuesto familiar y una mejora en su calidad de vida. Por su parte el estado cumple así compromisos con la eficiencia energética y la mitigación del cambio climático.



A modo de ejemplo de países de América latina que más está impulsando esta tecnología son Chile y México.

En Chile, se implantó una franquicia tributaria que beneficiaba a las viviendas sociales con colectores solares térmicos a través de la Ley 20.365. Dicha ley, busca fomentar el uso de energías renovables y tecnologías limpias a pequeña escala. En cada vivienda que se instale estos sistemas se dejarán de producir 16 toneladas de CO2 en su vida útil. Según la Asociación de Energías Renovables Chilena, El consumo de gas para calentar agua puede representar $30.000 mensuales para una familia promedio, cifra que para un grupo familiar de ingresos bajos, es muy importante; más aún, 2,5 millones de chilenos aún no cuentan con agua caliente y la franquicia tributaria para sistemas solares térmicos es una ayuda concreta para ello. La Ley 20365 ha significado un gran desarrollo a la energía solar en nuestro Chile y ha beneficiando a unas 26 mil familias. El objetivo además es asentar la industria y que el mercado se desarrolle de forma natural.

En México también se está dando un gran impulso a la energía solar domiciliaria, gracias al recurso solar que tiene el país y a las políticas de fomento de energías renovables en el Plan 2013-2015, por el cual Gobierno Federal ha establecido la meta del 35% de generación eléctrica de fuentes renovables. Esto hace que se genere un interés en el desarrollo de proyectos. El marco jurídico apoya este modelo, ya que permite el Net Metering, como una de las soluciones más viables para mejorar la eficiencia energética y a la vez la protección del medioambiente y la calidad del aire.

El desarrollo actual del mercado solar fotovoltaico en México, se está basando sobre todo en el mercado comercial y residencial de < 500 kW. La media y pequeña escala concentran una gran parte de los contratos y del mercado que se está desarrollando respecto a la energía solar fotovoltaica en el país. En 2012 se aprobó el modelo de contrato de interconexión para el aprovechamiento colectivo de energía renovable a pequeña escala, por el cual, los vecinos de un edificio multifamiliar podían generar su propia energía. Los proyectos de eficiencia energética, en los cuales se instala energía solar fotovoltaica en techos y cubiertas, por ejemplo en edificios oficiales, están tomando un gran impulso y se están apoyando desde el Gobierno Federal, muchas de las inversiones y subvenciones están destinadas a calentadores de agua solares.

Diversas experiencias están demostrando que la integración de la energía renovable en la edificación, como la tecnología solar fotovoltaica, se convertirá en uno de los pilares en el futuro. El autoabastecimiento de energía, ayudará a los ciudadanos a ahorrar en costes energéticos a la vez que será una acción clave para reducir la contaminación en las ciudades.