El Gobierno penaliza con barreras normativas para evitar que ciudadanos y pymes produzcan energía.
Tras el esfuerzo económico realizado por las 62.000 familias españolas que han logrado madurar la generación fotovoltaica y hacerla accesible al ciudadano.
Sin consenso ni legitimidad social, el RD sobre Autoconsumo pasará a la historia como una de las normativas más esperpénticas de la democracia española.
Anpier, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, considera que el Real Decreto de Autoconsumo, que será aprobado en el día de hoy por el Consejo de Ministros, pasará a la historia como unas de las normativa más esperpénticas de la democracia española, al haber sido impuesto sin consenso político ni territorial, sobre argumentos falaces y sin la legitimación social exigible para todas aquellas disposiciones que impactan de una manera tan crítica sobre el tejido productivo y el bienestar social.
A cuatro años de la foto fija electoral de los comicios de 2011, a tan sólo unas semanas de la formación de un nuevo Gobierno, y conscientes de la crisis de confianza del partido que ostenta el Gobierno, normativas de este calado pierden legitimidad si no vienen avaladas por amplios consensos políticos y sociales que las consagren como políticas de Estado estables y justas.
Anpier considera que, tras el esfuerzo económico realizado por las 62.000 familias españolas que han logrado madurar la generación fotovoltaica y hacerla accesible al ciudadano, el RD de Autoconsumo constituye una barrera normativa para evitar que ciudadanos y PYMES puedan producir energía, penalizando esta opción a través de cargas -tanto por la energía auto consumida como por la potencia instalada- y vericuetos burocráticos que disuaden de este tipo de iniciativas en un país, España, que tiene en el Sol un activo que habría de ser irrenunciable, porque aportaría ventajas competitivas inmediatas para las empresas española, empleo y riqueza, así como una mayor renta disponible para el ciudadano que optara por esta modalidad de generación-consumo.
Sobre el artero postulado de que el autoconsumo es insolidario porque debilita al sistema eléctrico y lo hace más gravoso para los que no optan por producir su propia energía, se pretende, una vez más, satanizar socialmente a los españoles que opten por ser energéticamente eficientes y respetar el medio ambiente, y todo ello en beneficio del actual status quo energético, donde el ciudadano es mero consumidor pasivo que, sin opción a producir su energía, se limita a abonar gravosas facturas mensualmente.
Para el Presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca, "esta norma trata de retrasar al máximo la inevitable llegada del nuevo modelo energético por el que ya transita todos los países desarrollados, todo para apuntalar el modelo fósil-nuclear que, en manos de unas pocas empresas, contamina el medio ambiente, lastra las economías familiares y desequilibra nuestra balanza comercial al tener que importar combustible fósil que, al contrario que el sol, aquí no tenemos. El patrón energético que mantenemos es, en el plano económico, una irresponsabilidad; en el medio ambiental, una tragedia; en el geopolítico, un disparate; y en el social, una burla".