El autobús de la Transición Energética deja apeados a unos estupefactos paisanos españoles, mientras que permite a los extranjeros solucionar el viaje de forma satisfactoria.
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En Noruega ya hay más coches eléctricos que de gasolina en las carreteras. Mientras, Europa experimenta una caída de las ventas y ve alejarse su objetivo de poner fin a los coches con motor de combustión en 2035.
A los dos años de estar las plantas fotovoltaicas instaladas se inició un carrusel de recortes retroactivos cuyo resultado ha sido una merma sin precedentes de los ingresos que el Estado había garantizado a estas instalaciones.
