La Estrategia de Almacenamiento Energético aprobada por el Gobierno a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico es clave para garantizar la seguridad del suministro y unos precios más bajos de la energía.
Estas tecnologías tienen aplicación en sectores como el de la movilidad eléctrica, la edificación o la industria, y favorecen el desarrollo de nuevos modelos de negocio como los agregadores independientes o las comunidades de energías renovables.