Las encuestas realizadas por ASIT muestran al sector solar térmico en una situación de debilidad tras los tres años sufridos de fuerte caída, debido a la coyuntura económica actual.
Pero si bien es cierto que estamos ante un sector solar térmico "tocado", también estamos convencidos de que 2012 debe resultar un año decisivo para el futuro del sector y convertirse en "sinónimo de recuperación" si, como fruto de la colaboración mantenida entre IDAE y ASIT, el PER 2011-2020, publicado el 11-11-11, se convierte en la Hoja de Ruta que el sector necesita para asegurar la consecución de los objetivos comprometidos y la estabilidad y viabilidad futura de un sector que, a pesar de todo, mantiene intactas la ilusión, voluntad y capacidad para reinventarse, desde la confianza de su indudable potencial de aportación a los objetivos energéticos de nuestro país, basados en su madurez tecnológica.
El PER ha incluido por tanto las principales reivindicaciones sectoriales que ASIT ha defendido:
- El establecimiento de un nuevo mecanismo de incentivos al uso del calor renovable, ICAREN, mediante un sistema de apoyo directo a la producción de energía térmica.
- Establecimiento de sistemas de inspección y control del cumplimiento del CTE en las distintas etapas de las instalaciones solares térmicas.
- Control de cumplimiento íntegro del CTE en cuanto a las exenciones previstas, y mediante el establecimiento de sistemas de inspección y control de ejecución parte de las EICI de las instalaciones.
- Control del cumplimiento del CTE en cuanto a dimensionado (programas de validación reconocidos, CHEQ4) y aplicación de exenciones.
- Obligación de incorporar sistemas de telemonitorización, telegestión y existencia de sinópticos de visualización del funcionamiento de las instalaciones en lugares visibles para todos los usuarios.
Adicionalmente, se va a modificar el CTE para aumentar la participación de las energías renovables y mantener la contribución solar mínima en el abastecimiento del consumo de energía de los edificios, para cubrir parte de la demanda de frío y de calor en el sector de la construcción.
El desarrollo del sector de la energía solar térmica requiere un marco regulatorio que incentive la producción energética y la reducción de emisiones de C02, que genere confianza en el inversor por su estabilidad y su seguridad, creando un marco estable, y a largo plazo, para grandes usuarios, productores y promotores de energía térmica, instaladores y fabricantes de EST, entidades bancarias y Administración.
El PER, aprobado en Consejo de Ministros el 11-11-11, establece unos objetivos en el campo de los usos de climatización que representan un 25% del objetivo global. Los usos térmicos van a contribuir con una aportación muy importante para asegurar el cumplimiento de los objetivos obligatorios que fija la Directiva de energías renovables.
Por ello, desde las empresas que forman parte de ASIT, se está tratando de hacer realidad algo que ya ASIT empezó a plantear desde 2005: cambiar la filosofía de las ayudas al metro cuadrado por incentivar la eficiencia de la instalación, al rentabilizarla gracias a su producción energética.
Gracias al esfuerzo conjunto de ASIT con el IDAE, el Plan de Energías Renovables 2011-2020, introduce el desarrollo de un sistema de incentivos al calor renovable para la producción de energía térmica a través de energía solar y otras fuentes de energía renovable, promoviendo que la iniciativa privada sea más importante que las ayudas públicas, una regulación que sostenga al sector, no sujeto a coyunturas económicas ni a ayudas.
Para alcanzar los ambiciosos objetivos planteados en el PER, se han desarrollado propuestas novedosas que aceleren y aseguren el crecimiento de todas las tecnologías renovables para usos térmicos.
El fomento de las aplicaciones térmicas a través de Empresas de Servicios Energéticos Renovables (ESEs) es un método efectivo para solventar las barreras detectadas.
Por lo tanto, una de las propuestas más destacadas del PER 2011-2020 es el establecimiento de un nuevo mecanismo de incentivos al uso del calor renovable, denominado ICAREN. Se trataría de un sistema de apoyo directo a la producción de energía térmica donde una empresa de servicios energéticos (ESE), que transmite energía a un consumidor realizando una actividad económica, tiene derecho a recibir un incentivo por la energía renovable producida y facturada, según un modelo económico financiero que haga viable su actividad y posibilite un cierto ahorro al usuario.
Este mecanismo abarcaría la actividad de suministro de energía térmica renovable, para distintas aplicaciones y a través de distintos fluidos, siempre que la energía sea facturada por una ESE a un consumidor final.
El criterio para la determinación y futura actualización del incentivo es que, añadido a un precio de referencia, permita desarrollar la actividad haciendo frente a los costes de amortización y financiación, operación y mantenimiento, gastos generales y beneficios industriales y, en su caso, de combustible. Se establecerán y actualizarán mediante la regulación correspondiente y serán calculados de forma que las ESEs obtengan la suficiente rentabilidad y el usuario un cierto ahorro económico.
El incentivo se percibirá durante los 10 primeros años.
Figura 1. Evolución del mercado de solar térmica sujeto al programa ICAREN, según previsiones PER 2011-2020, instalaciones (M2) al año
Declaración conjunta que firma los compromisos de los países para acelerar las acciones encaminadas a un mundo limpio, transición energética sostenible, justa y asequible.
Se presentó el portafolio de inversión para el sector energético con 14 proyectos que se sumaran a la producción de energías limpias.