Tras las trabas del Instituto Cervantes, Falcon y el default instado para Bonos del Estado por diversos Tribunales internacionales, la tilde de la ñ -cual captador solar de la letra n- camina hacia el destierro de los teclados globales.
Proliferan en medios las novedades sobre el enésimo embargo decretado por las cortes jurídicas de países desarrollados sobre bienes del Reino de España en virtud de laudos dictados por incumplimiento del Tratado de la Energía.
En esta historia interminable llama la atención el hecho de que únicamente son extranjeros los inversores que han instado los procedimientos por engaño, ahora objeto de indemnización; mientras queda obviada la humillación hacia más de 60.000 inversores nacionales a quienes no asiste el derecho a contender en igual liza.
A remolque de Bloomberg, BBC, New York Times... la prensa paisana se hace eco de estos lodos, causados porque una monarquía bananera hizo polvo la confianza de inversores propios y extraños al cambiar unilateralmente y por Ley su propia Ley, con efectos retroactivos para más inri.
El país, que ya perdió su E capital cuando se puso el sol en el imperio, desde la revolución industrial viene pugnando por ocupar tecla propia junto a la L en todos los QWERTY para nuestra entranable n con captador solar ~. Y por fin, gracias al consenso bipartito con visión de Estado, la marca Ñ se internacionaliza.
El sol made in Spain is different: bien astro radiante con factor de protección para guiris, bien la nota -entre el fa y el la - que está dando un país.
Mientras, entre l@s inversores indígen@s crece la indignación ante el final de espectáculo al que más pronto que tarde vamos a asistir, con indemnizaciones millonarias a grandes Fondos Internacionales. Todo un agravio comparativo para las más de 60.000 familias domésticas de pioner@s de las energías renovables defraudadas, condenadas sin juicio a la perpetua expropiación, sin derecho a defensa ni posibilidad de reclamación.
Centenares de afectad@s están expresando sus emociones en campaña de recogida de firmas para constituir Comisión de Investigación que depure responsabilidades por el chanchullo de la retroactividad fotovoltaica.
Inseguridad jurídica a la hora de firmar contratos de energía a plazo con las instituciones debida al precedente de retroactividad aplicada por el Estado a más de 60.000 productores fotovoltaicos.
La iniciativa solicita apoyos para impulsar acciones que depuren responsabilidades y restablezcan la seguridad jurídica por el doloso cambio normativo que desde 2010 viene expropiando a más de 60.000 inversores españoles.