La energía solar fotovoltaica es una opción cada vez más real, por eso, Venezuela, un país referente en generación eléctrica mediante combustibles fósiles está introduciendo este tipo de energía en su matriz energética.
Venezuela, es el país principal productor de petróleo de Latinoamérica, y en uno de los estudios que se ha realizado recientemente sobre la relación de estos países latinoamericanos, las energías renovables y el cambio climático obtuvo una de las peores puntuaciones, concretamente, obtuvo el puesto 24 de 26.
Quizás ese es el motivo por el cual el país se ha propuesto mejorar su relación con el medio ambiente, y por eso, tiene en proyecto la creación de varias centrales de energía solar fotovoltaica y parques eólicos.
Con estos nuevos proyectos, el país quiere complementar su matriz energética que actualmente se basa en energía hidráulica y térmica. Exactamente, en Venezuela la matriz de generación eléctrica se distribuye en 70% de generación hidráulica y el resto de generación térmica, pero actualmente se está intentando cambiando eso mediante la operatividad del Parque eólico de Paraguaná, con una potencia instalada de 21 megavatios de energías renovables, explica un ingeniero de la planta.
Aunque no son muchos proyectos, es un gran paso para que el país venezolano vaya cambiando poco a poco su matriz energética basada en combustibles fósiles a energías renovables. Por lo que si el Gobierno sigue apoyando este tipo de energías mediante impulso a sus proyectos, respaldo legislativo, etc.,… podremos encontrar en Venezuela un país referente en energías renovables en un futuro, quizás no tan lejano.
Las víctimas de la inseguridad jurídica: 65.000 familias españolas que invirtieron creyendo en la Ley publicada en BOE continúan 13 años después sin ver reparada la injusticia que padecen.
En Canarias presenta una fragilidad especial por su condición de insularidad y aislamiento, pero en la última década se ha vuelto peligrosamente inseguro por la falta de inversiones para sustituir los grupos de generación que se ha vuelto obsoleto.