Finalizó el Proyecto de Cooperación Triangular entre Bolivia, Uruguay y Alemania: Fortaleciendo la Transición Energética (ForTE), cuyo objetivo fue consolidar un espacio de intercambio sobre el sector eléctrico.
El Proyecto de Cooperación Triangular entre Bolivia, Uruguay y Alemania: Fortaleciendo la Transición Energética (ForTE) tuvo su evento de cierre el viernes 18 de octubre. Este proyecto apoyó la instalación de un espacio de aprendizaje y el intercambio de experiencias entre Uruguay y Bolivia en el sector eléctrico, con la colaboración de la cooperación alemana (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit, conocida por sus siglas GIZ).
El objetivo central del proyecto fue mejorar las condiciones del Sistema Interconectado Nacional de Bolivia, para lograr una participación creciente de energías renovables variables, y contribuir al análisis de alternativas de mecanismos de financiamiento para la descarbonización del sector eléctrico.
La cooperación triangular es una modalidad cada vez más importante a nivel internacional. En materia energética, Uruguay es uno de los líderes de la región, ya que su matriz eléctrica supera el 90% de energías renovables. A través de distintos proyectos, nuestro país comparte sus buenas prácticas con sus socios en la región para apoyar el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo.
En la actividad de cierre, participaron, entre otras autoridades, el director nacional de Energía, Christian Nieves; la jefa de Cooperación de la Embajada de Alemania en Bolivia, Annika Gottmann; el viceministro de Electricidad y Energías Renovables de Bolivia, Ronald Veizaga; la coordinadora de Cooperación Bilateral de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), Cynthia Padrón; y la directora residente de la cooperación alemana para Bolivia, Uruguay y Paraguay, Barbara Schweiger.
El director Nieves remarcó la importancia de profundizar los mecanismos de cooperación que aumentan la sustentabilidad energética de nuestros países, algo a lo que contribuyó el proyecto ForTE.
“América Latina como región tiene un gran potencial de generación para aprovechar las oportunidades de la transición energética”, señaló, y agregó que Uruguay ha sido un ejemplo luego de su primera transformación. Esto lo convierte en un “oferente de cooperación”, en el marco de su segunda transición energética.
Esta se caracteriza por atacar la dependencia fósil en sus “usos más duros”, como el transporte y la industria. Para eso, se apuesta a la electrificación del transporte, a la eficiencia energética y a la generación de una economía del hidrógeno verde y sus derivados. “Estamos trabajando fuertemente desde el Gobierno” para lograrlo, indicó.
Nieves añadió que la cooperación internacional “nos hará más fuertes para capitalizar las oportunidades y más resilientes como región a los desafíos geopolíticos que nos plantea hoy el mundo en su plano energético”, finalizó.
El proyecto también representó un aprendizaje para nuestro país, tanto por el intercambio con Bolivia como con la cooperación alemana, “que es una socia estratégica para apoyar todos los proyectos de desarrollo que enfrentamos tanto países como también como región”, dijo Cynthia Padrón, coordinadora de Cooperación Bilateral de la AUCI, en declaraciones previas a la actividad.
“Uruguay logró transformar su matriz de generación eléctrica en un corto período y continúa profundizando y desarrollando nuevas opciones, con un énfasis particular en la [energía] eólica, la solar y la biomasa, que son las fuentes de mejor disponibilidad en el país”, explicó por su parte Lourdes Albornoz, asesora técnica en Energía Eléctrica del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), también antes del evento.
Por su parte, el viceministro boliviano Ronald Veizaga señaló que este proyecto ha fortalecido sus capacidades "para responder de manera efectiva a los retos que impone la transición energética”, también en declaraciones previas a la actividad.
Veizaga destacó los aprendizajes obtenidos de Uruguay, un país que ha logrado transformar su matriz energética hacia una alta proporción de energías renovables, no solo a nivel técnico, sino también a nivel cultural, según señaló. “Este proyecto ha fortalecido nuestras capacidades técnicas, lo que nos permite enfrentar con mayor resiliencia los escenarios de variabilidad en la red, derivados de la incorporación de energías renovables”, afirmó.
Desde el Ministerio de Hidrocarburos y Energías boliviano se destacaron los logros de este proyecto, que ha permitido un avance significativo en las capacidades estratégicas de Bolivia para enfrentar los desafíos energéticos y climáticos en el marco de una transición justa, sostenible e inclusiva. En particular, el país andino enfocó sus esfuerzos en aumentar la participación de energías renovables en su matriz energética, especialmente en el sector eléctrico, para lograr sus objetivos de descarbonización.
La secretaria de Estado comentó diversas herramientas que el MIEM y el Gobierno desarrollan para desfosilizar el 40% de la matriz energética, con el objetivo de impulsar la sostenibilidad y cumplir con compromisos internacionales.
Durante la cumbre en Bruselas, Uruguay y la Unión Europea firmaron un Memorándum de Entendimiento en materia de Cooperación de Energía Renovables, Eficiencia Energética e Hidrógeno Verde.
Con el objetivo de profundizar la cooperación energética entre Argentina y Uruguay, el secretario de Energía, Darío Martínez, mantuvo un encuentro con el ministro de Industria, Energía y Minería de Uruguay.