Según estudios encargados por el Banco Mundial dentro del programa de fondos para los recursos hídricos, “Water Partnership Program”, las energías renovables pueden ser una solución para mitigar los efectos de la escasez de agua en las regiones de Oriente Medio y Norte de África. La región del MENA está ocupada en la mayor parte de su territorio por un clima desértico. En este medio, la falta de agua es uno de los mayores problemas. La escasez hídrica provoca altos índices de mortalidad, derivados de diversas enfermedades y la falta de alimento, ya que sin agua, tampoco hay cultivos, ni alimentos. En este escenario, el uso no sostenible del agua, la mala gestión, la contaminación y el rápido crecimiento demográfico, también lleva al incremento de tensiones entre los países afectados.
En la región del MENA se necesitan soluciones urgentes para extraer agua potable a costes razonables. La región se encuentra frente al desafío de la obtención del recurso, reduciendo en la medida de lo posible los costes. Las plantas desalinizadoras son parte de la solución para muchos países con acceso al mar, pero la dependencia de los combustibles fósiles, con un precio en aumento, hace que muchos de estos proyectos sean inviables. Es necesaria una mejora en la gestión de los recursos naturales. El desarrollo de proyectos de desalinización del agua con fuentes de energía renovables, por un lado puede ser una solución para satisfacer las necesidades hídricas y por otro lado una oportunidad para desarrollar el gran potencial de la energía renovable en la región.
El Banco mundial a través del “Water Partnership Program”, ha elaborado el informe “Perspectivas hídricas en la región del MENA: El uso de energías renovables en la desalinización”. El informe incluye 21 países, analizando la disponibilidad de agua, la proyección de la demanda y los efectos del cambio climático sobre el recurso hídrico, con una proyección al año 2050. El objetivo es despertar el interés de los responsables para establecer estrategias y fomentar los proyectos de este tipo a largo plazo para garantizar la seguridad del suministro de agua y energía en la región.
Respecto a la tecnología que está estudiándose como la más adecuada para este tipo de proyectos, es la energía solar de concentración. La energía solar de concentración está teniendo un amplio desarrollo en estos países y además de contribuir a la obtención de agua potable reduce los efectos de la contaminación de forma notable.
La instalación de placas solares de autoconsumo sobre edificaciones existentes no requerirá acuerdo previo favorable en materia de servidumbres aeronáuticas a AESA. La eliminación de este requisito ahorra hasta tres meses de tiempo en tramitaciones.
Informe desfavorable de la Ponència de Energies Renovables por afectaciones a la infraestructura y consideraciones sobre habitats naturales y fauna.
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