Ratificó el compromiso del Estado caribeño de contribuir al progreso sostenible invitando a empresas e instituciones chinas y resto de miembros a trabajar en campos como el fomento de energía verde y acceso inclusivo a los servicios energéticos.
Cuba oficializó este lunes su ingreso a la Alianza para la Energía del proyecto chino de la Franja y la Ruta, llamado a construir una megaplataforma internacional de cooperación e intercambios bajo el principio de ganancia compartida.
El embajador de la isla aquí, Carlos Miguel Pereira, destacó la importancia del grupo para ampliar y diversificar la colaboración en ese sector y superar colectivamente los desafíos que enfrenta a nivel mundial.
Mientras, el ministro de Energía y Minas de Cuba, Liván Arronte, se refirió a las medidas adoptadas por su Gobierno para desarrollar las fuentes renovables, promover el uso eficiente de esos recursos y alcanzar la independencia en esa esfera.
Llamó a fomentar la cooperación internacional y la solidaridad a favor de los países en desarrollo, para que enfrenten los retos del mundo actual y cumplan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En ese empeño, Arronte denunció el impacto del bloqueo económico, coimercial y financiero de Estados Unidos, considerado el principal obstáculo del país caribeño y recrudecido durante la pandemia de Covid-19.
La posibilidad de que personas naturales importen sistemas de energía renovable, sin carácter comercial, consolida la diversificación de la matriz energética en Cuba.
Acuerdan intercambiar políticas e información para el fomento del sector y cooperar en posibles misiones comerciales. Actualmente, Cuba cuenta con 22MW de potencia fotovoltaica instalada, repartida entre 14 parques fotovoltaicos.