Millares de personas entrelazan sus manos en decenas de ciudades españolas en recuerdo del primer aniversario de la catástrofe nuclear de Fukushima.
Fukushima: una catástrofe humana, que no tuvo nada de natural.
Se llevan a cabo acciones de protesta en decenas de ciudades españolas convocadas, entre otras muchas organizaciones antinucleares y prorrevonovables, por Ecologistas en Acción, EQUO, la Coordinadora Estatal Antinuclear -CEAN-, CC.OO...
Entre otras poblaciones, acogieron actos en torno al lema "Fukushima Nunca Más! Alicante, Alcoy, Alzira, Albacete, Almería, Gijón, Barcelona, Bilbao, Burgos, Cáceres, Cuenca, Córdoba, Gipúzcoa, Gerona, Granada, Logroño, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Murcia, Pamplona, Pontevedra, Salamanca, S.Vicente del Raspeig, Sant Boi de Llobregat, Sevilla, Tarragona, La Laguna (Tenerife), Valencia, Valladolid, Vitoria, Gijón, Zaragoza...
En Madrid, los manifestantes formaron una cadena humana de 10 manzanas de distancia entre la Embajada de Japón y la Sede de Nuclenor (Endesa+Iberdrola), a lo largo de la calle Serrano.
En ningun momento se interrumpió el tráfico, pues la cadena se separaba en cada cruce, para volverse a unir despues.
Toda la manifestación se produjo sin incidentes. Varios furgones policiales y de diversos medios de prensa estaban presentes.
Entre los manifestantes se encontraban personas de todas las edades. Muchos portaban prendas amarillas en alusión al color del Sol y al de los bidones de residuos radiactivos.
Al final de la cadena fue leído un manifiesto en el que se señalaron los peligros de la energía nuclear, su alto coste económico, social, ambiental y generacional, abogándose por su desmantelamiento inmediato y por el apoyo firme a las energías renovables, que ya generan en España casi el doble de electricidad que la energía nuclear.
También se leyeron varios haikus (pequeños poemas japoneses) escritos por los manifestantes y recogidos en los días previos en la web de la CEAN.
Otros actos tuvieron también especial relevancia en Barcelona, Granada, Málaga, Sevilla, Almería, Córdoba... coincidiendo en pedir el cierre de la Central Nuclear de Garoña, en Burgos, hermana de tecnología de la generadora de uno de los mayores desastres atómicos, hasta el momento.
La central de Garoña se construyó en 1.970 y aunque en la actualidad ya debiera estar cerrada por haber finalizado su ciclo de funcionamiento previsto, reciéntemente ha recibido el insensato beneplácito del actual Gobierno para prolongar su actividad; imponiendo a la vez una cruel moratoria a las renovables.
La Secretaría de Energía del Ministerio de Economía, presentó el documento para relevar la existencia y geolocalización de estaciones de carga.
El último consenso del grupo se produjo en 2021. El liderazgo del país también hizo viables compromisos para duplicar la tasa promedio global anual de mejoras en la eficiencia energética global.