Esta consulta en línea, que tuvo lugar entre el 4 de julio y el 16 de agosto de 2018, recibió 4,6 millones de respuestas de los 28 Estados miembros, batiendo el récord de respuestas a consultas públicas de la Comisión.
La comisaria responsable de Transportes, Violeta Bulc, ha presentado esos resultados preliminares al Colegio de Comisarios, que ha mantenido un primer debate sobre las posibles próximas etapas. La comisaria ha señalado lo siguiente: «Millones de europeos han utilizado nuestra consulta pública para alzar su voz. El mensaje es muy claro: el 84 % de ellos no quiere seguir cambiando la hora. Ahora actuaremos en consecuencia y prepararemos una propuesta legislativa al Parlamento Europeo y al Consejo, que decidirán juntos».
Los resultados preliminares revelan, asimismo, que más de tres cuartas partes (el 76 %) de los encuestados consideran que cambiar la hora dos veces al año es una experiencia «muy negativa» o «negativa». Los encuestados aludieron a los efectos negativos en la salud, el aumento de los accidentes de tráfico o la ausencia de ahorro energético como motivos para acabar con esta práctica.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, colocó el tema de la hora de verano en la agenda política como parte de su compromiso de actuar con altura de miras en las cuestiones importantes y dejar que los Estados miembros tomen decisiones cuando estén en mejor posición para hacerlo. La Comisión Europea organizó la consulta pública en el marco de la evaluación que está llevando a cabo sobre las disposiciones vigentes en materia de cambio de hora en Europa. Asimismo, la consulta responde a la votación de una resolución en febrero de 2018 por parte del Parlamento Europeo, así como a peticiones formuladas por los Estados miembros, las partes interesadas y los ciudadanos.
¿Cuál de las siguientes opciones preferiría usted?
Los resultados finales de la consulta pública se publicarán en las próximas semanas. La Comisión va a presentar ahora una propuesta al Parlamento Europeo y al Consejo para cambiar las disposiciones vigentes en materia de cambio de hora.
Entre el 4 de julio y el 16 de agosto de 2018, la Comisión Europea organizó una consulta pública en el marco de la evaluación que está realizando sobre las disposiciones vigentes en materia de cambio de hora en Europa. La consulta se hizo mediante una encuesta en línea que recababa las opiniones de los europeos, particularmente acerca de su experiencia global con el cambio de hora o su preferencia entre las principales opciones (mantener sin cambios el sistema actual o abolirlo en el conjunto de la UE). Las consultas públicas son una de las herramientas que, junto con otros elementos, tales como los estudios científicos, utiliza la Comisión para evaluar las políticas. Otras consultas anteriores de especial relevancia son, por ejemplo, las realizadas sobre la legislación de aves y hábitats (más de 550 000 respuestas) y sobre la modernización de la política agrícola común (más de 322 000 respuestas).
Casi todos los Estados miembros tienen una vieja tradición de mecanismos de cambio de hora que, en su mayor parte, se remontan a las dos guerras mundiales o a la crisis del petróleo en los setenta. A partir de los ochenta, la Unión Europea fue adoptando progresivamente legislación para que todos los Estados miembros acordaran coordinar el cambio de hora y poner fin a las divergencias horarias nacionales. Desde 1996, todos los europeos adelantan su reloj una hora el último domingo de marzo y lo atrasan una hora el último domingo de octubre. El objetivo de las normas de la UE no era armonizar el régimen horario en la UE, sino resolver los problemas derivados de una aplicación descoordinada de los cambios de hora a lo largo del año, sobre todo para los sectores del transporte y la logística.
En paralelo al horario de verano en la Unión Europea, los Estados miembros se rigen por tres husos horarios u horarios estándar diferentes. La decisión sobre el horario estándar es una competencia nacional.
¿Cuál es su experiencia global con el cambio de hora?
En cuanto a la participación, por países ha sido la siguiente:
Alemania: 3,79 %, Austria: 2,94 %, Luxemburgo: 1,78 %, Finlandia: 0,96 %, Estonia: 0,94 %, Chipre: 0,88 %, Eslovenia: 0,73 %, Eslovaquia: 0,60 %, Chequia: 0,59 %, Francia: 0,59 %, Bélgica: 0,55 %, Croacia: 0,52 %, Suecia: 0,48 %, Letonia: 0,39 %, Polonia: 0,34 %, Grecia: 0,34 %, Lituania: 0,34 %, Portugal: 0,33 %, Malta: 0,25 %, Irlanda: 0,24 %, Hungría: 0,21 %, España: 0,19 %, Bulgaria: 0,18 %, Países Bajos: 0,16 %, Dinamarca: 0,11 %, Italia: 0,04 %, Rumanía: 0,04 %, Reino Unido: 0,02 %.
El artificio de hora legal/civil se idea para acomodar el tiempo a los ritmos humanos y tratar de someter los ciclos naturales a los intereses sociales, por encima de las características y necesidades biológicas individuales de las personas.
A raíz de varias solicitudes de los ciudadanos, del Parlamento Europeo y de ciertos Estados miembros de la UE, la Comisión ha decidido investigar el funcionamiento de las disposiciones actuales relativas a la hora de verano.
Realizado con plástico mediante impresión 3D muestra las horas con números digitales.