Publicamos entrevista de D. Javier García Breva que como Presidente de la Sección fotovoltaica de APPA, defiende los intereses de los productores fotovoltaicos, señalando que el único camino a seguir es el Judicial.
Tras la moratoria tácita y premeditada,... tras la difamación y ataque alevoso a la fotovoltaica... y tras la aplicación de normativas retroactivas....
P.- Una pregunta obligada, ¿después de lo visto este año tiene sentido desarrollar fotovoltaica en España?
R.- Está claro que es un momento muy difícil, pero es imposible parar la fotovoltaica. Con esta tecnología no acabarán ni la difamación ni una nefasta regulación. Las renovables están teniendo un desarrollo espectacular a nivel mundial y la fotovoltaica lleva cinco años creciendo en el mundo a una media del 60% anual. Ese mercado internacional es imparable. Si bien la actitud del Gobierno es de no querer verlo, la fotovoltaica en m enos de cinco años será rentable par a el c onsumo particular, será más barato generar la electricidad que comprarla a la red y contra eso no hay reales decretos que valgan.
P.- ¿Esto supone el fin de la industria española?
R.- No se puede ser tan categórico, pero está claro que el golpe ha sido terrible. Los Gobiernos legislan y está en su mano paralizar un sector. Si se equivocan y resulta que a nivel mundial la fotovoltaica evoluciona y nosotros nos quedamos atrás, son los votantes y la historia los que les van a juzgar.
Alemania tiene una e conomía envidiable y sólo el año pasado instaló cerca de 8. 000 megavatios. Que vengan los economistas a establecer una relación causa-efecto entre fotovoltaica y falta de competitividad o entre fotovoltaica y déficit de tarifa, que Alemania no tiene. Mejor que se busquen otras excusas. Lo más grave no es paralizar el sector, que ya es importante, lo peor es el mensaje que se está mandando a los inversores internacionales, tanto en fotovoltaica como en cualquier otra actividad. El mensaje es claro: no existe seguridad jurídica en España.
P.- ¿Cuál es el camino a seguir ahora?
R.- En primer lugar, no se debe caer en el desánimo. Hay que tener claro que los dos últimos decretos han sido una tropelía, introduciendo medidas retroactivas que son ilegales. Debemos seguir defendiendo nuestra postura hasta las últimas consecuencias, no sólo por nuestros intereses que es una razón poderosa, sino porque no puede consentirse la inseguridad jurídica por la que ha apostado el Ministerio. Los textos que puedan denunciarse, se denunciarán, y aquellos que a nivel nacional no puedan recurrirse, como el Real Decreto-ley, debemos reclamar los actos administrativos. Es la única manera de que sepan que esto no lo vamos a consentir.
P.- ¿Tiene esperanzas en que esta situación pueda cambiar a corto plazo?
R.- A corto plazo es muy difícil que se revierta la situación. Por las declaraciones del comisario Oettinger y por la Directiva 2009/28CE, que debería haberse traspuesto a nuestro ordenamiento jurídico en diciembre de 2010, parece que la solución más factible es la denuncia ante la Comisión Europea.
P.- ¿Algo bueno que resaltar de 2010?
R.- Un par de cosas. A nivel internacional, la constatación de que la fotovoltaica ha venido para quedarse. Quitando nuestro caso particular, el mercado a nivel internacional ha crecido muchísimo y no tiene visos de cambiar su tendencia. Eso es lo que no se quiere ver en España. A nivel nacional, me quedo con la unidad de las asociaciones. Si bien en los puntos esenciales el sector siempre ha estado unido, este año se ha trabajado codo con codo.
Evidentemente, cada asociación va a tener siempre unos intereses particulares y diferenciadores que defender en función del perfil de sus asociados pero se ha llevado a cabo un esfuerzo de coordinación muy importante a todos los efectos. Todos los estamentos han coordinado su trabajo y ahora somos más conscientes, si cabe, de que el sector debe estar unido.
P.- ¿Qué le diría a los pequeños productores?
R.- Que intenten aguantar, eso es lo principal. Serán tres años muy difíciles que dejarán muchos inversores particulares por el camino y eso es una verdadera tragedia. Las siglas de APPA son de Asociación de Pequeños Productores y Autogeneradores y, aunque el sector y la Asociación han evolucionado mucho, no nos vamos a olvidar de los pequeños productores porque representan el verdadero espíritu de las renovables, el de la generación distribuida. Vamos a luchar hasta e l final para defender sus intereses, que también son los nuestros.
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