Lo he escrito en muchas ocasiones y no puedo sustraerme a seguir haciéndolo: todo lo que gira en torno a las grandes eléctricas que operan en España huele a podrido.
Huele a abuso desde una posición oligopólica y ventajista que somete a los ciudadanos encareciendo los recibos de la luz a su antojo y de manera organizada; somete a los gobiernos de turno que no se han atrevido nunca a ponerles el dogal, después de que en 1996 José María Aznar privatizara por cuatro perras a las eléctricas públicas españolas; somete a los partidos políticos a los que no dudan en financiar y en poner a personas claves de estas organizaciones en sus consejos de administración con suculentas dádivas para tenerlos a su servicio (Felipe González, Solbes, Aznar, Roca, Serra…); someten a los medios de comunicación empleando cantidades millonarias en campañas publicitarias para vendernos “actitudes azules” y sostenibilidad (Endesa-Enel) o “electricidad verde” (Iberdrola), y hasta la Justicia toma decisiones que cuestionan su independencia y su obligación de hacer cumplir la Ley a todos por igual (si todo no fuera tan opaco podríamos saber si algunos preclaros ex magistrados se sientan también en sus órganos de gobierno).
He hablado de ello en muchas ocasiones, pero no debo ni quiero dejar de seguir compartiendo con ustedes lo que sucede en este mundo de truts y oligopolios y las andanzas en los últimos meses de Unesa (la patronal del sector presidida por Eduardo Montes) y sus acólitos para doblegar al Estado, a sus instituciones y para estafar a los ciudadanos.
De todos es conocido que las energías renovables, la posibilidad de que se democratice la producción de electricidad y de que la generación distribuída y cercana se afiance y tome la realidad les produce urticaria. Por eso no dudan ni un segundo en atacarlas y en crear campañas de presión mediática y de contrainformación para hacerles el mayor daño posible. Y lo van consiguiendo poco a poco. De hecho, ya han conseguido un gran logro: han hecho desistir al gobierno socialista de seguir apostando por convertirnos en referencia mundial en energías limpias.
Y, al tiempo que boicotean las renovables, presionan de nuevo desaforadamente al Gobierno para subir la tarifa eléctrica a los hogares y las industrias, escudados en esa subasta tramposa que ejecutan cada trimestre (trampean los datos de producción y de distribución y transporte cada vez de manera más sofisticada). Nos han subido la factura en más de un 50% en los últimos meses y pretendían en esta ocasión hacerlo en casi un 6% más. Nos salvó la campana de la precampaña electoral pero volverán a la carga pasadas las elecciones con muchísimas probabilidades de éxito ya que tanto el PP como el PSOE nos insisten en que el déficit es insoportable y Unesa -que ha recurrido al Supremo- mantiene que la congelación del recibo de la luz es “irracional” y que “los consumidores tienen que saber que si no es ahora, lo pagarán más adelante”. Más claro, agua y más cara (de jeta), imposible. Y eso que España es el tercer país de Europa que más paga por la electricidad y que las tarifas han subido es este país en un 80% desde 2004.
Afortunadamente el Gobierno nos alumbra un poquito de esperanza al pedirle a la CNE que investigue las subastas eléctricas ante la sospecha de que los precios en el mercado mayorista estén siendo manipulados. La decisión de la CNE de ponerse a ello –ya empezó a investigar los mecanismos de aumento de precio en las vísperas de las subastas en los mercados financieros OTC- coincide con la aprobación de un reglamento por el Parlamento Europeo que pretende cortar de raíz con el tráfico de información privilegiada y también con la apertura de un expediente a España por no aplicar las reglas sobre electricidad, gas y bancos y no integrar en su legislación una verdadera liberalización del mercado.
Por otra parte, la CNE no deja de evidenciar, desgraciadamente sin resultado alguno como señalan las asociaciones de consumidores, la “indefensión” de los clientes frente a las eléctricas y la falta de competencia en los mercados de luz y gas; la Seguridad Social denuncia ante la CNC y la CNE los obstáculos que le pone el oligopolio para suministrarse en el mercado libre y la CNC impone unas multas a Unión Fenosa y a HC por un total de 2,3 millones de euros por abuso de posición de dominio.
¿Les suena? Efectivamente, es otra multa más que se añade a la sanción de 61,2 millones de euros que la CNC aplicó, por pactar precios, a Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, HC Energía, Eon y, por complicidad, a la propia Unesa, el pasado mes de mayo y que ¡paradójicamente! ha suspendido cautelarmente la Audiencia Nacional con el argumento de que se trata de “una suma suficientemente elevada como para apreciar perjuicios que justifiquen la suspensión de este punto”.
Lo dicho: desde la mayor de las impunidades ¡cuanta trilería!
Antonio Morales Méndez
Alcalde de Agüimes
El espectáculo frecuente de ver turbinas eólicas paradas mientras sopla el viento con los precios de la luz escalando al ritmo del gas, y las explicaciones de manual por REE hacen crecer ola de indignación en las redes sociales.
Once familias vulnerables de este barrio sevillano reducirán un 40% su factura eléctrica, en colaboración con la Asociación Torreblanca Ilumina y con apoyo del proyecto europeo Powerty.