Se incrementa el uso de las cocinas solares en zonas aisladas de América Latina.

Hoy en día existen muchas zonas aisladas en el mundo donde la población no tiene acceso a las fuentes de energía es todo un reto afrontar tareas cotidianas, pero vitales, como hervir agua o cocinar los alimentos. Estas comunidades recurren en parte a combustibles fósiles como el keroseno o el gasoil, muy contaminantes, los cuales además están incrementando su precio y cada vez son menos accesibles para estas personas. La leña es otro de los combustibles que más se utilizan y en muchos lugares, está representando un verdadero problema ambiental. La deforestación avanza de una forma muy rápida por algunas regiones, debido a que sus poblaciones no tienen alternativa energética.

El uso de cocinas solares está evitando muchos de estos problemas, su introducción en América Latina ha sido posible en parte, gracias a los proyectos de ONG´s y programas de apoyo al desarrollo.

En Haití, por ejemplo, se ha desarrollado el uso de cocinas solares, sobre todo a partir de las catástrofes naturales que han azotado la isla. Muchas empresas fabricantes enviaron cocinas y hornos solares a las zonas devastadas, donde el agua potable era difícil de conseguir y se comprobó la eficacia de esta nueva tecnología, donde los refugiados podían hervir el agua. En medio del caos, el uso del sol proporcionó agua potable y alimento a miles de personas, previniendo enfermedades incluso reduciendo la mortalidad. Las cocinas solares se están utilizando en miles de campos de refugiados por las ONG´s.

Organizaciones como Solar House Energy ha introducido el uso de las cocinas solares en diversos países de Latinoamérica con el apoyo de proyectos internacionales. Perú, México o Centro América son algunos de estos ejemplos. En Perú desde el año 2006 se está dando formación de técnicas de cocinado con energía solar entre las mujeres de las comunidades aisladas. Estas mujeres aprenden a realizar platos tradicionales, intercambian recetas y llevan el conocimiento aprendido a poblados cercanos mediante ferias y exposiciones. Como esta, cientos de iniciativas, en muchas de las ocasiones impulsadas desde países europeos, están promocionando el uso de las cocinas solares que empiezan a tener una amplia aceptación, tanto por sus beneficios para mejorar las condiciones de vida como para proteger el medioambiente de las emisiones y deforestación. El precio de las cocinas solares son aproximadamente unos 200 euros y alcanza unos 180 o 200 grados de temperatura.

Otras de las organizaciones que está expandiendo el uso de cocinas solares en América Latina son Bolivia Inti o Solar Cooker international. Las organizaciones exponen que los proyectos en los que trabajan, sustituyendo las cocinas de leña por las cocinas solares, han observado resultados muy positivos. Las familias tienen más medios de subsistencia, ya que no gastan los ahorros en leña y mejora la salud, sobretodo de las mujeres y niños que dejan de estar expuestos a las emisiones de humos y al hollín.