El valor eficiencia energética está en auge y el IDAE recomienda a las comunidades de propietarios, a través de los administradores de fincas, que no dejen dejar pasar el tren del ahorro.
El pasado 21 de octubre, con motivo del Día Mundial del Ahorro de Energía, el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid indicó que el 40% de las comunidades son capaces de ahorrar energía en sus instalaciones.
Los Administradores de Fincas deberían recomendar a sus comunidades que encarguen a un técnico competente la realización de un certificado energético de todo el edificio, beneficiándose de ese modo todos los vecinos cuando, además, alguno de ellos tenga que vender o alquilar su vivienda.
Las acciones que pueden emprenderse para mejorar la certificación energética del edificio son en dos ámbitos fundamentales:
- la envolvente del edificio,
- sus instalaciones térmicas de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria.
Hay que reducir las demandas o necesidades de calefacción y refrigeración y esto pasa por mejorar el nivel de aislamiento y de las ventanas, sin olvidar la influencia que en ambos tiene la zona climática y orientación del edificio, su altura, etc.
El problema actual más común suele estar en una vivienda poco confortable, con acristalamientos inadecuados, aislamiento insuficiente o instalaciones de calefacción y producción de agua caliente sanitaria antiguas y de bajo rendimiento, con alto consumo energético y que produce facturas muy elevadas.
La principal ventaja de una rehabilitación energética en un edificio es que las inversiones que se realizan se pueden recuperar en un plazo variable, en función del tipo de actuación que se acometa.
Los administradores de fincas son los profesionales que más de cerca viven las circunstancias diarias de las comunidades de propietarios y han de llevar a cabo una labor fundamental en este proceso y ser los canalizadores de información, soluciones y proyectos.
En la liquidación 10/2024 del sector eléctrico se ha producido una desviación transitoria entre ingresos y costes de casi -1.194,58 millones de euros.
Los precios negativos, saturación del mercado y congestión de la red plantean grandes desafíos para el desarrollo de las energías renovables. Diversificación de la cartera de ingresos del mercado, geografías y tecnologías pueden mitigar los riesgos.