Brasil espera aumentar el número de instalaciones fotovoltaicas en cubierta a 1,4 GW en el año 2022. Estos modelos aumentan el ahorro y la eficiencia energética en los edificios.
Una de las principales causas del aumento de este número de instalaciones es la bajada de los costes de la tecnología de los paneles solares. A medida que los precios son más competitivos, estas instalaciones son más rentables, ya que reducen en gran medida el coste del consumo energético de los edificios. Las ventajas es que los edificios producen su propia energía en el lugar y la extraen de una fuente limpia, lo que reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Brasil cuenta ya con amplia experiencia en fotovoltaica en cubiertas y energía renovable integrada en la edificación. Uno de los ejemplos más representativos se está dando con los llamados “estadios solares”. Brasil ha instalado miles de paneles fotovoltaicos sobre las cubiertas de los estadios en los que se jugará el mundial de Futbol 2014. Los estadios por lo tanto se abastecerán durante el mundial, de la energía generada por las instalaciones fotovoltaicas. Son proyectos innovadores, en los que los estadios generan su propia energía y se ahorrarán costes en el gran consumo eléctrico que supone este tipo de eventos, evitando además la emisión de toneladas de CO2 a la atmósfera.
El gobierno de Brasil se ha marcado un objetivo de 1,4 GW de energía solar distribuida sobre cubiertas para el año 2022. Este objetivo podría aumentar si el precio de los paneles solares sigue descendiendo y se facilita el acceso a este tipo de energía, ya que en Brasil, el precio de las instalaciones solares aún es elevado.
Este pronóstico sobre energía solar distribuida entraría en el Plan energético 2013-2022, que el Gobierno de Brasil está elaborando. En el programa de medición neta que entró en vigor en 2012 en Brasil, de momento se han cubierto unos 11 MW solares, el motivo de la poca capacidad instalada, se debe principalmente al alto costo de los paneles fotovoltaicos y su instalación y la falta de ayudas e incentivos fiscales que no han facilitado el acceso a esta energía de los pequeños productores. El Gobierno brasileño cree que estas trabas van a ser superadas y que las instalaciones solares sobre cubierta van a experimentar un gran aumento en los próximos años.
Se traduce en oportunidades y no sólo hablamos de energía renovable; también de atraer nuevos proyectos industriales y generar crecimiento económico y empleo de calidad, de presente y de futuro.
Se aceptan solicitudes y nominaciones para el Premio Solar Europeo desde ahora hasta el 30 de junio de 2025.