Publicado nuevo Informe con resultados de la encuesta LIFE LOOP, dirigida a personas involucradas en cooperativas o CER y a municipios locales.
El objetivo del trabajo es la identificación de puntos fuertes y débiles para el desarrollo colaborativo de comunidades energéticas con participación municipal.
De forma preliminar el estudio brinda algunas recomendaciones a las autoridades que deseen involucrarse en las comunidades energéticas y en las iniciativas energéticas impulsadas por los ciudadanos que deseen colaborar con sus municipios:
Si bien el muestreo ha puesto de manifiesto que los ciudadanos locales están activamente involucrados y comprometidos con la transición energética, el informe ha evidenciado una serie de desafíos a los que se enfrentan los ciudadanos y las autoridades locales cuando intentan desarrollar juntos proyectos energéticos comunitarios. Desde la falta general de conciencia, la ausencia o, en el mejor de los casos, limitadas habilidades y capacidades para el desarrollo y operación de comunidades energéticas, hasta complejos marcos legislativos y políticas locales y regionales inestables.
En el sentido anteriormente apuntado, resulta crítica la falta identificada de intermediarios u organizaciones de redes de apoyo para la energía.
Los Estados miembros tienen la responsabilidad de desarrollar el establecimiento de una ventanilla única en forma de punto referente de contacto, proporcionando un manual de trámites para comunidades de energías renovables. Estas ventanillas únicas también deberían actuar como único punto de contacto que pueda guiar y facilitar a las partes interesadas el tránsito a través de todo el permiso administrativo, desde el proceso de solicitud hasta la concesión. Sin embargo, la encuesta muestra que los Estados miembros aún no han establecido dichas plataformas y que, hasta ahora, las comunidades energéticas y las autoridades locales vienen cumpliendo este papel.
La conexión entre estos dos actores puede ayudar a abordar algunas de las diferentes barreras que enfrentan las ciudades y las iniciativas ciudadanas. por lo se debe proporcionar cierta capacitación, junto con buenas prácticas para la inspiración. Algunos proyectos piloto necesitan estos desarrollos para establecer la colaboración entre los dos actores.
La encuesta mostró, por ejemplo, que si bien los ciudadanos reconocen la complejidad de la energía comunitaria, los funcionarios públicos no consideran que su participación llevará mucho tiempo, mientras que parece ocurrir lo contrario para los civiles.
Se requiere capacitación específica y desarrollo de capacidades para que los municipios locales participen en la energía de las
comunidades, incluidas habilidades en comunicación, así como la construcción de relaciones de confianza.
También se precisa preparación más técnica y conocimientos sobre financiación y cuestiones jurídicas.
Deben ser asignados por las autoridades locales, tanto tiempo como dinero suficientes para cada etapa del desarrollo de una comunidad energética, asegurando la organización y participación en las reuniones pertinentes. En la actualidad varios fondos públicos están disponibles para este propósito, como el Fondo de Cohesión de la UE, el de Transición Justa y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
Nunca ha habido una motivación más estratégica para que la UE invierta en comunidades energéticas. Los Estados miembros
deberían reconocer el papel de las comunidades energéticas incluyéndolas en los programas operativos que hasta ahora la mayoría no han apoyado. Dichos fondos deben desplegarse en presupuestos regionales para ser utilizados por las autoridades regionales y locales que quieran apoyar el desarrollo de las comunidades energéticas.
Los municipios locales colaboran con las pymes locales y tienen más confianza en la capacidad de estas para comunicarse con ciudadanos otros municipios. Involucrando a las pymes locales se pueden ofrecer nuevas oportunidades para el avance y diversificación de proyectos de energía comunitaria.
Lamentablemente destacan el bajo nivel de apoyo político y la falta de visión política con respecto a iniciativas y proyectos sobre energía comunitaria, así como el bajo nivel de confianza en las autoridades gubernamentales en todos los municipios europeos.
Además, los encuestados destacan la ausencia de un diálogo abierto y directo entre comunidades de energía y funcionarios de alto nivel de los correspondientes Ministerios de energía.
Este trabajo ha mapeado problemas que van desde lo social, organizacional, (socio)técnico y ambiental, hasta aspectos en materia
financiera, legal y política. Con todo, el análisis muestra que las iniciativas ciudadanas y municipales se vienen experimentando de forma asociada, aunque a menudo lastradas por diferentes barreras y oportunidades en sus esfuerzos por promover un futuro descentralizado, democrático y de energías renovables.
Uniendo fuerzas para colaborar desarrollar y operar comunidades energéticas se puede aprovechar su complementariedad y “animarse unos a otros a venirse arriba” cuando sea necesario para materializar su ambición compartida sobre la propiedad local de energía renovable que puede maximizar los beneficios para las comunidades y municipios.
Teníamos tejado, teníamos sol, necesitábamos reducir nuestras facturas energéticas... nada podía salir mal.
Como punto de encuentro se abre espacio divulgativo vivo para recopilar novedades, legislación, modelos de documentos, ayudas y herramientas útiles que impulsen el comunitarismo libre-energético.
En esta Sesión Técnica se pudo conocer cómo se están implementando las primeras comunidades energéticas en España y analizaron los retos que están encontrando. Se debatió sobre las medidas necesarias para extender su implementación a más municipios.