La medida liberal-populista reduce la factura a los consumidores vulnerables a la vez que pretende pinchar el boom de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en auge.
Esta iniciativa adoptada por el gobierno luso que ha sido autorizada por el Comité de IVA de la Comisión Europea, entrará en vigor a partir del próximo 1 de junio y reducirá la parte regulada tanto del recibo de electricidad como de gas desde el vigente 23% hasta el 6%.
Este tipo reducido únicamente se aplicará a contratos de hasta 3,45 kW y a consumos de gas hasta los 10.000 m3, beneficiando a 3,1 millones de usuari@s de luz y a 1,4 millones de consumidores de gas.
Sin embargo, a pesar de lo rimbombante de los titulares, la medida se calcula que supondrá un ahorro de unos 10 euros anuales para los usuarios acogidos al mercado regulado; previendo un coste recaudatorio para el gobierno portugués de unos 37 millones de euros... migajas para el modelo especulativo del mercado mayorista que comparte con España.
En éste último sentido apuntado, la escandalosa plusvalía que hemos conocido sobre este mercado, debido a sus mecanismos de (des)control, en tan solo una hora ha proporcionado un beneficio extraordinario -Pelotazo- superior a los 30 millones de euros por el desvío de energía a las 21 horas del martes 7 de mayo con 3.000 MW, que se pagaron al precio máximo que permite la regulación respecto a lo programado por REE: a ¡ 9.999 (casi diez mil) €/MW !
Fuente: REE
Por otra parte, la medida pone otro palo en la rueda del prometedor desarrollo del autoconsumo en Portugal, introduciendo este factor de bonificación fiscal que desincentiva la instalación de autogeneradores en favor de las eléctricas privadas, interviniendo por discriminación impositiva la transición de los consumidores cautivos hacia las renovables, cuyos kits y equipos de captación y acumulación continúan tributando al mismo tipo de IVA, el 23%.
No en vano el autoconsumo fotovoltaico portugués está regido básicamente por el Decreto ley 153/2014 y diversas ordenanzas, que aunque abrieron la puerta al mercado, evitan el vertido de excedentes al sistema y limitan su potencial de beneficios.
España y Portugal han hecho frente común para acabar con la isla energética que es la península ibérica.
Gracias a las favorables condiciones atmosféricas, nuestro país vecino, ha conseguido esta excelente cifra, que demuestra a España el camino a seguir.
El Consejo de Ministros ha aprobado varias medidas relacionadas con el sector fotovoltaico, de las que cabe destacar la producción de venta a red fotovoltaica en pequeña escala.