El Gobierno rumano ha aprobado algunas normas en el sistema de certificados verdes y piensa centrar una elevadísima inversión en el mercado de las energias renovables.
El Gobierno de Rumania se ha reunido hoy y ha aprobado un decreto de urgencia sobre el proyecto que modifica y complementa la Ley nr.220/2008 del sistema de promoción de la producción de energía procedente de fuentes renovables. Así lo ha anunciado al final de la reunión el Sr. Plaveti Dan, Presidente del Ente Nacional Regulador energía.
El Sistema de Certificados Verdes es un mecanismo de mercado que incentiva la inversión en energía renovable en Rumanía.
Por lo tanto, según ha informado el Gobierno rumano apoyará y se esforazará en lograr, para 2020, los objetivos de energía renovable sin distorsionar el mercado.
Uno de los efectos más importantes de esta ordenanza es que en los próximos años se estima en 4-5 billones la inversión directa en energía renovable en Rumanía, según ha manifestado Dan Plaveti.
Los proveedores están obligados a comprar un número de certificados verdes anuales calculados de acuerdo con la cuota establecida por la ANRE que se aplica a la electricidad suministrada.
El comercio de certificados verdes es un mercado distinto del mercado de la electricidad.
El precio mínimo y máximo de un certificado verde la ley lo establece entre 27 y 55 euros.
Plaveti Dan manifestó que las estimaciones ANRE, en el impacto de las nuevas regulaciones en la factura de los hogares será del 2,5%: "En la actualidad, un promedio de consumo del hogar en el proyecto de ley es de unos 50 lei, por lo que el aumento de 2,5% alcanza en el sistema de certificados verdes el 1,25 lei a cargo de un consumidor doméstico. "
En la liquidación 10/2024 del sector eléctrico se ha producido una desviación transitoria entre ingresos y costes de casi -1.194,58 millones de euros.
Los precios negativos, saturación del mercado y congestión de la red plantean grandes desafíos para el desarrollo de las energías renovables. Diversificación de la cartera de ingresos del mercado, geografías y tecnologías pueden mitigar los riesgos.