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Javier García Breva: «Tenemos la responsabilidad de no callar».

28-12-10. Lola Salado de la UOC
martes, 28 diciembre 2010.
Lola Salado de la UOC
Javier García Breva: «Tenemos la responsabilidad de no callar».
A Javier García Breva le tildan de agitador de las renovables, pero admite que se ganó este apelativo a pulso con el discurso sobre los peligros de continuar dependiendo de las energías fósiles.

Esta convicción lo ha llevado hasta la presidencia de la recientemente constituida Fundación Renovables, el objetivo de la cual es, precisamente, agitar las conciencias de todo el mundo, pero sobre todo de las administraciones públicas, a quienes responsabiliza de no entender que el sector español de las renovables, líder mundial en tecnología, podría ser el motor de la recuperación económica.
¿Le molesta que lo tilden de agitador?
No, para mí es un orgullo. Creo que vivimos en una época en que hay que ser agitador; agitador en el sentido que lo expone Tony Judt, autor de Algo va Mal (La Magrana), un libro precioso, en que defiende la socialdemocracia y nos dice que tenemos que encontrar la manera de hacernos escuchar. Que nos escuchen sobre todo aquellos a quienes pagamos para que  gestionen nuestros asuntos. Este mensaje de Tony Judt (fallecido el pasado agosto), me ha encantado. Cuando me han tildado de agitador de las renovables, no han dicho nada malo, seguramente todo el contrario.
¿Cómo y con qué objetivos nace la Fundación Renovables?
Nació espontáneamente el mayo pasado. Quiero Salvar el Mundo Haciendo Marketing nos invitó a una serie de expertos a unas jornadas de diálogo sobre la energía. Durante aquellos dos días, llegamos a varias conclusiones. Una es que las renovables hemos perdido la batalla de la comunicación, sobre todo durante este año con la ofensiva que ha habido en su contra desde todos los ámbitos. Vimos clara la necesidad de lanzar una gran campaña de comunicación para concienciar a la sociedad sobre el valor de la energía y de las energías renovables. Aquí sólo se habla del precio, nadie habla del valor. También nos planteamos qué podíamos hacer. Diferenciándonos claramente de las asociaciones profesionales, que defienden los intereses de las empresas, vimos que hacía falta una entidad con una visión más estratégica de la energía y de las energías renovables y nos planteamos crear la fundación. La Fundación Renovables está constituida por doce fundadores y más de 150 socios protectores. Todos estamos a título particular, no defendemos los intereses de nadie, simplemente nos representamos a nosotros mismos.
¿Cuáles han sido las primeras acciones?
Hemos trabajado en un ideario que está en la página web y preparado la propuesta de tres grandes estudios sobre la democratización de la energía, los costes de la energía y la transmisión a todo el sistema educativo del valor de la energía y de las energías renovables. Para hacerlos, pediremos la colaboración y el patrocinio de empresas e instituciones que quieran ayudarnos.
En junio, elaboramos una propuesta de corresponsabilidad de todos los sectores energéticos en el coste del cambio de modelo energético, marcado por las directivas europeas y por los mismos objetivos de renovables. La realidad a día de hoy es que sólo el sector eléctrico está contribuyendo a la reducción de emisiones y al desarrollo de las renovables. Los sectores térmicos y el transporte están emitiendo CO2 y consumiendo gas y petróleo sin pagar por eso, sin contribuir a la lucha contra el cambio climático ni al ahorro de energía de acuerdo con los objetivos europeos. Esta propuesta se recogió a finales de julio en el documento de la Subcomisión de Planificación del Congreso, en la Comisión de Industria. No sabemos si el Congreso se dignará a aprobar la propuesta, que por supuesto sería el primer punto en que se hiciera caso a la fundación. Este es un tema que tiene mucho que ver con una cosa que es tabú en la Unión Europea: llevar a la práctica a través de una fiscalidad ambiental el principio de que quien contamina paga.

¿ Cuál es la situación de la política energética española?
¿Apuesta por las renovables?
Hace unos años que la situación empieza a ser insostenible para el sistema. La política de los gobiernos del PP de bajar el recibo de la luz podía ser aceptable hasta el 2004. Con un petróleo barato (hasta el 2003 estuvo por debajo de los 20 dólares) podías permitirte el lujo de tener un recibo de luz barata e, incluso, rebajarlo. A partir del agosto de 2004, cuando el barril se pone a 40 dólares y no deja de subir hasta el 2008, que llega a los 145-150 dólares, ya no. El origen de la crisis financiera es aquí. Cuando el precio del barril está bajo, el crédito fluye con tipos de interés muy bajos, pero si el petróleo sube, los tipos de interés también, el crédito se restringe y empiezan los problemas.

Los gobiernos españoles no han tenido una visión de la política energética estratégica y de largo plazo, sino electoralista y de corto plazo. Si quiero que me voten tengo que reducir el recibo de la luz o no incrementarlo. Cuando sube tanto el precio del petróleo pero el recibo de la luz incorpora como mucho el IPC, los costes de generación se disparan. Aquí se origina un déficit de tarifa. Si el precio del barril ha subido un 500% y el recibo de la luz ha caído un 26%, el desfase es impresionante. Pero las renovables no son las causantes. Es la falta de una política estratégica de energía en España. Ahora mismo hemos visto que la mala regulación no sólo afecta las renovables, sino también al gas y al carbón.

El sector atribuye el déficit a las renovables y no a la subida del crudo?
Efectivamente. Quiero dejar bien claro que cuando se aprobó el sistema de déficit de tarifa, las renovables no eran ningún problema. Es un acuerdo que Rato [el ministro de de Economía] firmó en el 2003 con las eléctricas para que la luz no se incrementara más de un 2% interanual hasta el 2010. En caso de subir, el Gobierno se lo reconocía como déficit, el banco se lo pagaba y posteriormente se cargaría a los consumidores en el recibo de la luz durante los 12-14 años siguientes.
Pero, ¿qué ha pasado en España? Del 2004 al 2008, las renovables vivieron un boom fantástico que nadie previó. El 2008 se instalan ya cerca de 3.000 megawatios fotovoltaicos, 16.000 megawatios eólicos, y de termosolar hay proyectos para casi 3.000 megawatios. Cuando acabe el 2010, la eólica habrá llegado a los 20.000 megawatios, la fotovoltaica se habrá quedado en los 4.000 y la termosolar llegará a los dos mil y pico. En estos cuatro años, se ha producido un boom no sólo de la industria sino también de la tecnología, y España ha llegado a ser líder mundial en renovables. Y la tecnología se ha exportado y la industria también ha salido fuera. Las principales empresas de renovables que trabajan en los Estados Unidos, Francia e Italia son españolas, y también están presentes en la China. España ha liderado la tecnología de renovables en todo el mundo. Repito: ha liderado, hoy ya no.A partir de la última crisis financiera de 2008, se genera un problema de financiación del déficit de tarifa. De los 100 megawatios fotovoltaicos del 2004 hemos pasado a los más de 3.000 actuales, y de los 3.000 megawatios eólicos a 20.000, por lo cual el coste de la tarifa empieza a ser significativo, de 5.000-6.000 millones de euros, que si lo añades a este mecanismo del déficit de tarifa, fruto del deseo de no subir el recibo de la luz por un criterio político a pesar de que se disparen los costes del petróleo, se llega a un coste acumulado de 16.000 millones de euros, que la crisis financiera agrava. En los bancos ya no los sirve la garantía del gobierno y exigen el aval. El 2009, un Real decreto solucionó el problema por medio del aval del Estado y ahora el Ministerio intenta sacar a subasta este déficit para que lo compren los bancos. Así estamos.

¿Por qué el Estado español deja de ser líder en renovables?
Ahora lo son  China y  Estados Unidos, pero hasta hace tres años España era líder mundial no sólo en producción de renovables sino, lo que es más importante, en tecnología de renovables. Hemos tenido la tecnología solar más avanzada del mundo entero desde 1977 y estaba en la plataforma solar almeriense.
Este know how se está perdiendo. ¿Por qué? Con las renovables se establece una política de apoyo, primero con la Ley del sector eléctrico de 1997 y después en el 2004 con el primer decreto que incluye el sistema de primas que mejor resultado ha dado a la Unión Europea. Y ahora hay quién interpreta mal este apoyo y culpa a las renovables del déficit de tarifa.
Con la crisis del 2008, suceden varias cosas y la más importante es que España ha pasado de tener una situación equilibrada —se generaba la misma electricidad que se consumía— a una situación en la cual sobra generación.
Es decir, sobra energía. Y cuando sobra generación lo que pasa es que las renovables entran con carácter preferente en el sistema y sacan el gas (la mayor parte de los ciclos combinados están funcionando muy por debajo de su rentabilidad y están perdiendo dinero). Las grandes compañías energéticas, quienes principalmente han invertido en ciclos combinados y en desarrollo de gas empiezan a quejarse y a responsabilizar a las renovables. Aquí se inicia la situación actual. Dicen que hay que parar las renovables para dejar cuota al gas, y encima surge el tema del carbón. Es curioso, se han perdido como diez veces más puestos de trabajo en el sector de las renovables que en el del carbón. Sin embargo, el carbón ha conseguido que el gobierno le apruebe ayudas que van contra-corriente, como ha declarado el director de la Agencia Internacional de la Energía. En España se nos obliga a consumir carbón y gas por Real Decreto. El gas que se ha comprado a Argelia, se consuma o no, hay que pagarlo.
Yo soy de los que pienso que hay que escoger. ¿Queremos una economía sostenible y un sistema energético sostenible que no imita CO2 y que consuma renovables o queremos un sistema energético y una economía que continue dependiendo de los combustibles fósiles. Es el gran dilema del Estado español y de la economía mundial.

¿ Cómo es el modelo energético español con relación en Europa ?
El Estado español tiene uno de los niveles más altos de intensidad energética de la Unión Europea; para producir una unidad de PIB consumimos un 20% más de energía que Francia, Alemania o el Reino Unido. Si miramos cómo han evolucionado los ratios de dependencia, emisión e intensidad energética, resulta que sólo han mejorado cuando ha llegado la crisis económica. En las dos últimas décadas, todos estos ratios han ido empeorando, éramos una economía que cada vez consumía más energía, que aumentaba sus emisiones y su dependencia energética.
Las políticas energéticas de las últimas décadas no han solucionado estos problemas, sino que los han agravado.Con la crisis económica hemos mejorado en intensidad energética. Lo que ha pasado es que la pérdida de PIB ha producido un decrecimiento de la demanda energética en un 3-4%, y esto ha mejorado las otras ratios de renovables, de eficiencia energética y de intensidad.
Se tendría que aprovechar la crisis para mejorar. Salir con nuevos hábitos de consumo y una nueva cultura energética. Pero hasta el día de hoy se está desaprovechando
.El marzo de 2007, el Consejo Europeo aprobó en Bruselas un acuerdo fundamental y estableció por primera vez los objetivos para el 2020 de un 20% de ahorro de emisiones de CO2, un 20% de ahorro de energía y un objetivo de consumo final de renovables del 20% a toda la Unión Europea, con la visión clara que Europa tiene que ir hacia una economía que dependa menos de los combustibles fósiles, con un impulso de las energías renovables, y con un marco regulador estable que dé seguridad a los inversores. ¿Y por qué decide esta estrategia y no otra? Muy sencillo. Europa tiene una dependencia energética tremenda del gas ruso, del petróleo del Próximo Oriente… No tenemos garantizada la seguridad del abastecimiento, con lo cual hay que ir a fuentes autóctonas, y las más importantes son las renovables. Europa también es consciente de que las emisiones de CO2 no se pueden continuar incrementando, que la temperatura del planeta no tiene que subir más de dos grados en los próximos cincuenta años. La única manera de conseguirlo es reduciendo las emisiones del sector energético y estas emisiones se producen porque dependen principalmente de combustibles fósiles, petróleo, gas y carbón.
En España la situación todavía es más grave. El nivel de dependencia energética de la economía española es muy superior a la media europea; si Europa importa un 50% de sus necesidades energéticas, nosotros un 80%, incluso más. Pero España, además, es uno de los países más alejados de los compromisos de Kyoto. Tenía como objetivo que las emisiones no crecieran más de un 15% sobre el que se emitía el 1990 y hasta hace dos años el incremento era superior al 50%. Últimamente se han reducido por la crisis, pero continuamos estando muy lejos de cumplir Kyoto. En tercer lugar, España tiene una intensidad energética un 20% superior a la media europea. Somos una economía que malgasta mucha energía, producimos muchas emisiones y encima tenemos que importar la energía de fuera. La situación en España es más grave que la de la Unión Europea; nuestra política energética tiene que abordar como resuelve estos tres grandes déficits de la economía.

¿Cómo se puede resolver la dependencia energética?
La dependencia energética sólo se resuelve con las renovables, es la única fuente autóctona que tenemos; es más, tenemos un 35% más de irradiación solar que el resto de Europa. La energía solar y el resto de renovables tendrían que ser adalides. Tenemos grandes emplazamientos para la energía eólica, grandes recursos naturales de sol, viento y agua para la generación hidráulica; ahora se están descubriendo los enormes recursos geotérmicos que tiene este país para hacer otra renovable, la geotérmica.
En la medida que consumes más energía de origen autóctono reduces las importaciones energéticas de gas y de petróleo, y sus emisiones de CO2, pero no sólo se trata de ahorrar energía, sino que el uso sea más eficiente. Y esto se centra fundamentalmente en dos sectores, la vivienda y el transporte, es decir, en la construcción , el urbanismo y el transporte sostenibles. La solar térmica de baja temperatura, la biomasa, la minieólica, la fotovoltaica, los biocarburantes, la minihidráulica, la geotérmica son energías renovables que se tienen que incorporar al urbanismo, a la nueva edificación y a la rehabilitación para reducir emisiones, ahorrar energía y tener un uso más eficiente de la energía. Todo está escrito en las directivas europeas de eficiencia energética de edificios, que publicó la UE el junio pasado. La Unión Europea está andando en esta dirección.

¿ Si el gobierno va contra la corriente, el cambio vendrá desde bajo, desde los ciudadanos ?
Quién tiene que dar el primer paso son las administraciones públicas, y el gran problema del cambio de modelo energético en España es que no dan ejemplo.
Sin ir más lejos, las directivas europeas sobre energía se han transpuesto tradicionalmente con un retraso de cuatro años. Cuando se quiso transponer la anterior directiva de eficiencia energética de edificios ya había pasado el boom inmobiliario. Se hicieron millones de viviendas sin ningún criterio de eficiencia energética, ni de ahorro de energía, ni de reducción de emisiones de CO2. Ha sido un boom ineficiente energéticamente.
En esta situación, ¿ cómo puedes exigir al consumidor final, a cada uno de nosotros, que ahorramos energía si ves que tu ayuntamiento, tu comunidad autónoma o el Estado malgastan energía? ¿ Cómo te pueden pedir criterios de eficiencia energética en tu casa , si en el Ministerio no los tienen en cuenta?
El alcalde de Madrid gastó 400.000 euros en un espectáculo de luz y sonido para inaugurar la nueva sede de Cibeles. ¡En veinte minutos!
Ahora en la iluminación Navideña ya se usan criterios de ahorro energético, con bombillas de bajo consumo. Pero esto es reciente… hasta la llegada de la crisis, hemos sido malgastando energía por todas partes. Y esta es una cultura que se ha ido extendiendo. A quien te vende la luz, le interesa facturar cuanto más mejor.
Tenemos que pasar de una cultura de derroche y gran consumo de energía a una cultura de ahorro y valor del consumo de la energía. Evidentemente, esto no se puede hacer sin el apoyo de las administraciones públicas y de las compañías distribuidoras.

¿ Qué podemos hacer los ciudadanos?  ¿Estamos a tiempo de afrontar la situación?
El que decía Tony *Judt, tenemos la responsabilidad de no callar. De decir el que pensamos y de exigir que se nos escuche. Ahora mismo nos enfrentamos a poderes mediáticos y económicos muy superiores a nosotros, pero hay que decir que estas políticas y poderes económicos se están cargando el planeta; que están apostando por energías que no tienen futuro. Y el futuro está en la sostenibilidad. Y sostenibilidad es consumir menos del que le tomamos en el planeta.
Creo que estamos a tiempo de afrontarlo, pero ya estamos viviendo fenómenos climáticos extraños y extremos. Lo que hay que hacer es administrar los recursos del planeta. El Sol seguirá más de 7.000 millones de años. ¿Qué otra energía nos ofrece lo mismo? La fotovoltaica es la que tiene más futuro porque el recurso es inagotable.

¿Las renovables podrían provocar una revolución industrial en el Estado español?
Totalmente. Las renovables han dado una lección de vanguardia en desarrollo tecnológico, investigación e innovación constante. Tendrían que haber sido uno de los instrumentos fundamentales para el cambio de patrón de la economía española. Cuando hablamos de cambio de patrón, es cambio de especialización productiva de nuestra economía. Si nuestra economía se ha centrado en la construcción, hay que buscar nuevos sectores de actividad con más futuro y, sobre todo, con más valor añadido que no haya que comprar al exterior.
Las renovables son el sector ideal para cambiar la especialización productiva de nuestra economía. Y esto que es así de evidente, no se ha visto al Ministerio de Industria. Sólo ven las renovables como un coste y no como un beneficio, debido a su visión a corto plazo. Hay que mirar hacia la próxima década, y es una oportunidad que se está perdiendo. El gobierno ha decidido frenar las renovables. El gas presiona y manda mucho. Los mineros hacen huelgas… Las renovables somos más débiles, no tenemos un sector maduro.

Traducido del Catalán por la Redacción de SueloSolar.es

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