Incorporar al mix la potencia renovable adjudicada contribuirá a bajar el precio del mercado diario cuando desplace a otras tecnologías más caras y las emisiones de CO2 podrían verse reducidas en un volumen estimado entre 1 y 1,5 Millones Tm/año.
El rápido aumento de la demanda en 2021 empuja los precios de la energía y las emisiones a niveles récord, con graves implicaciones para los consumidores, las economías y las transiciones hacia energía limpia
Entrará en vigor a partir de abril de 2022 y aportará información sobre el impacto ambiental de la energía consumida. Además, presentará datos sobre las emisiones de CO2 y los residuos radioactivos de la comercializadora.
El Consejo también acuerda eliminar gradualmente de aquí al 1-enero-2030 los tipos reducidos del IVA o las exenciones aplicables a los combustibles fósiles y otros bienes con efectos similares en las emisiones de gases de efecto invernadero.
La declaración final en cumbre del clima de 2021 refuerza la importancia de mantener objetivo para limitar aumento de la temperatura global a 1,5ºC y reconoce que ese objetivo requiere «reducciones rápidas, profundas y sostenidas de las emisiones».
¿Es posible contar con un gas alternativo al gas natural y que produzca bajas emisiones y pueda ser considerado como fuente renovable de energía? Sí, efectivamente existe, pero antes haremos un recorrido por estos tipos de gases llamados renovables.
Mientras los científicos siguen advirtiendo sobre la necesidad de reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, las compañías de combustibles fósiles y políticos afines todavía están tratando de engañarnos con promesas vacías.
Junto con el efecto del proyecto de Ley por la que se crea el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, ya en tramitación parlamentaria, la rebaja para un hogar superará el 15% y para una pyme estará cerca del 14%.
Se persigue que las políticas de clima, energía, uso del suelo, transporte e impuestos de la UE sean adecuadas para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.