América Latina impulsora del cambio al nuevo modelo energético.

El punto de partida de los compromisos adquiridos con el clima de manera internacional, podía fecharse en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992, donde se dio la aprobación de la Convención sobre el Cambio Climático, que afirma la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y que más tarde condujo a la firma en 1997 del Protocolo de Kyoto. En la lucha contra el calentamiento del planeta, los países señalaron la gran importancia del cambio hacia un modelo energético más sostenible, bajo en emisiones.

El avance de la ciencia y la tecnología han permitido la implantación de nuevas fuentes de generación que aprovechan los recursos naturales y renovables, como el sol y el viento, que generan energía cerca de los lugares de consumo y con un bajo impacto ambiental. La nueva tecnología es más cara, pero la curva de aprendizaje y la investigación ha logrado reducir los costes notablemente. Los yacimientos de combustibles fósiles se agotan día a día y cada vez son más caros, además de contaminantes. Que las fuentes de energía renovable son el futuro parece cada vez más evidente. En los compromisos adquiridos con el clima, los estados se han planteado objetivos para ir introduciendo estas fuentes de energía en su matriz energética. La nueva tecnología debe de ser apoyada por los gobiernos, empresas y por un marco jurídico estable.

En Europa, se desarrollaron varias directivas de apoyo a la generación de fuentes de energías renovables. Ya en 1996 la Unión Europea publica el libro verde para una estrategia comunitaria, en el cual se marca el objetivo de duplicar para el año 2010 la generación de energía con fuentes renovables. Las normativas han ido avanzando, así como la concienciación de los estados con el problema medioambiental y económico. En 2007 Europa crea la primera directiva con obligación de una reducción del 20% de las emisiones de CO2 para el año 2020 y elevar a un 20% la participación de energías renovables en el consumo total de energía.

América Latina se ha basado en las experiencias europeas. Actualmente la región tiene varios países en los que se está dando un fuerte desarrollo y la demanda de energía interna está creciendo a gran velocidad. El marco jurídico que se desarrolle tiene que responder a los compromisos con el clima y la seguridad del abastecimiento.

Chile es uno de los países en las que más importancia ha cobrado el marco jurídico de apoyo a las energías renovables, en parte condicionado por las necesidades energéticas, ya que es un país que importa la mayoría de sus recursos energéticos fósiles, con un precio alto y el cual está experimentando una gran demanda de energía. Chile, a pesar de comenzar a utilizar fuentes de energía renovables, no incorporaba un marco propio para la energía renovable, hasta el año 2008, donde se incorpora en el marco general eléctrico objetivos e incentivo para las Energías Renovables No Convencionales. La legislación ha avanzado ya que las energías renovables necesitaban ser apoyadas por el estado, ya que estaba difícil la competencia en el mercado. Con esta Ley, las empresas eléctricas en sistemas interconectados de más de 200 MW, que comercializa la electricidad con empresas distribuidoras o clientes finales, a abastecerse hasta un 10% de sus requerimientos anuales por medios de energías renovables no convencionales, propios o contratados. La reciente Ley 20/25 amplía este objetivo para alcanzar el 20% en 2025.

En Países como Brasil, las subastas van introduciendo las energías renovables en la matriz energética. En junio de 2007, el Decreto 6048 permitió la 1º subasta de la ANEEL de Fuentes Alternativas, para abastecer a los distribuidores, en la que fueron contratados 186 MW medios, con entrada en operación en 2010 y precio medio de 70 u$s/MWh.  La 2º subasta de Fuentes Alternativas fue realizado el 26 de agosto de 2010 con inicio de suministro en 2013 y por último en noviembre de 2013 se realizó una nueva subasta recibiendo ofertas por 9.191 MW eólicos, y 813 MW solares fotovoltaicos, proyectos que participan por primera vez en este proceso.

Se están desarrollando a la par políticas destinadas al fomento de las energías renovables, tanto en centros de investigación y desarrollo de la tecnología, programas federales y búsqueda de apoyo para financiación de proyectos, acuerdos de cooperación internacional y régimen especial de inversiones durante el periodo de 10 años, orientado a beneficios fiscales.

En Brasil se dictan Resoluciones para promover el desarrollo de proyectos Se dictan Resoluciones para promover el desarrollo de Proyectos de Energías Renovables, como la Resolución 220/2008 (Contratos de Abastecimiento con CAMMESA), Resolución 712/2009 (Proyectos Hidroelectricosy EnergiasRenovables) y la Resolución 108/2011 (Modelo de Contrato).

En Casos como en Uruguay, la empresa estatal de Ursinas y Transmisiones eléctricas, ha llevado adelante licitaciones para cumplir con los objetivos de integración de las energías renovables. La UTE compra la energía y logra precios muy competitivos. Entre 2009 y 2010, las energías renovables incrementaron su capacidad en un 40% como resultado de estas licitaciones.

La compra de la energía está regulada por los Decretos Nº 77/2006, el Decreto 403-2009 extiende la autorización a UTE para contratar hasta 150 MW y el Decreto 133-2013, compraventa de energía eléctrica de fuente solar fotovoltaica, en tres franjas de operadores y con un límite máximo de 200MW.

Sin duda los marcos regulatorios cada vez se abren más a la inversión extranjera. La evolución de la legislación en materia de energía renovable en América del Sur y el Caribe, hace que la región se convierta en un gran nicho de mercado para los futuros desarrolladores y que estos países puedan convertirse en los pioneros del cambio al nuevo modelo energético.