La energía solar fotovoltaica podría crecer en Chile hasta los 1800MW de potencia en un breve periodo de tiempo y alcanzar los 4000Mw de potencia antes del 2020.
Aunque actualmente la potencia instalada es de aproximadamente 2,48 Mw, energía generada por tres grandes proyectos, repartidos entre el Sistema eléctrico del Norte y el Sistema eléctrico Central, parece claro que la matriz energética tiende a aumentar la energía generada con esta fuente. Se tiene previsto que dentro de este año se pongan en operación otros dos proyectos que sumen 100 MW.
Chile tiene un recurso muy óptimo para el desarrollo de la energía solar fotovoltaica, debido a la alta radiación, sobre todo en el norte del país, además cuenta con mucho terreno propicio, como por ejemplo la región de Atacama, donde un reciente estudio afirma que existen 20.000 hectáreas con potencial técnico y factibilidad de uso y propiedad para el desarrollo de proyectos solares, que se podrían traducir teóricamente en 10.000 MW de capacidad instalada.
El país cuenta con todas estas ventajas para el desarrollo de una gran industria fotovoltaica, sin embargo el desarrollo ha estado condicionado por otro tipo de factores, como son el económico y el legal.
Respecto al plano económico, cabe destacar que se han reducido notablemente los costes de fabricación de la tecnología solar fotovoltaica, incluso en los paneles especiales de alto rendimiento que deben ser instalados para operar rentablemente en las duras condiciones climáticas del desierto.
A esto habría que unirle la perspectiva de mayores precios de la energía a nivel interno, debido a la carencia de recursos tradicionales propios. Estos factores hacen competitiva a la energía solar frente a otras alternativas como el carbón, y comienza a hacer muy atractivo a los inversores este negocio.
El gasto de inversión se aproximaría a los 1,7 millones de dólares por MW instalado, similar al carbón e inferior al del gas licuado.
Además el tiempo que supone la instalación de los parques solares es inferior al de otras instalaciones tradicionales de producción de energía.
A todo esto se le suma la aprobación de legislación favorable, como el proyecto de Ley 20/20, el cual establece la meta del 20% de energía provenga de fuentes renovables no convencionales para el año 2020.
Alfredo Solar, presidente de ACERA, que agrupa el gremio de desarrolladores de energías renovables chileno declaró a los medios: “Hoy se podrían hacer en Chile del orden de 1.500 a 1.800 MW y hacia el 2020 sería factible poder duplicar esta cantidad, pudiendo llegar a unos 4.000 MW de energía solar fotovoltaica que aportarían a esa fecha más del 10% de la energía que Chile requerirá”.
Aunque estas estimaciones puedan parecer ahora ambiciosas, en realidad están basadas en las cifras que arroja el Servicio de Evaluación Ambiental, en el cual aparecen 36 proyectos aprobados que suman unos 2753 MW, y otros tantos que permanecen en trámite y sumarían unos 1440 MW. Esto se acerca bastante al desarrollo de los 4000 MW.
La Comisión de Minería y Energía y la Cámara de Diputados, ha aprobado hoy el proyecto de ley 20/20 por unanimidad de los presentes. Dando un gran salto hacia la aprobación final del proyecto.
.jpg)
La Asociación Chilena de Energías Renovables (ACERA), da a conocer los puntos que demuestran los beneficios de la Ley 20/20 e insta al gobierno para la aprobación de este Proyecto de Ley en un corto plazo.
Esta iniciativa lanzada por el Centro de Energía Renovables Chileno busca incentivar la inversión en proyectos de generación de energía limpia.
