Las energías solar y eólica mitigarían la crisis energética de Panamá.

La gran parte del suministro eléctrico del país depende de la lluvia, debido a que un 60 % de la energía, se genera mediante centrales hidroeléctricas y el resto es producido en centrales térmicas mediante combustibles fósiles.

Por lo tanto en épocas de sequía, el país se encuentra en una encrucijada para cubrir las necesidades energéticas de la demanda de 3,5 millones de habitantes, y de su sistema productivo, el cual además, está experimentando un fuerte desarrollo inmobiliario y de infraestructuras.

Esta es la situación en la que se encuentra ahora Panamá. Una grave sequía, la peor en 15 años según algunos expertos que está reduciendo las reservas de los embalses y la producción de las centrales al mínimo.

El Gobierno Panameño se ha reunido estos primeros días de mayo, para tomar medidas urgentes de ahorro energético ante la ausencia de lluvias, como por ejemplo la suspensión la semana pasada de clase en colegios y universidades, (con la suspensión de un día de clases se ahorraría casi 70 MW). El consejo de gabinete ordenó también el cierre del suministro a partir de las 10 de la noche a supermercado, cines, bares, discotecas y otros centros de ocio, y aumentó la medida a la reducción de los horarios de oficina.

Cabe destacar que el Canal de Panamá, por el cual transita el 5% del comercio mundial, produce su propia energía, por lo que no está siendo afectado por las medidas del gobierno, pero ha decidido tomar sus propias medidas de ahorro energético.



La Autoridad del canal de Panamá informó de que se suspende la asistencia hidráulica que se le presta a los buques durante la salida de las esclusas. Esta asistencia consiste en inyectar agua en la parte posterior de la esclusa para que levante la popa del buque con el objetivo que pueda desplazarse con más rapidez.

Agregó que se aumentará, así mismo, la programación del esclusaje de dos buques al mismo tiempo. Sin embargo, en este momento no hay restricciones en el tránsito de los buques en cuanto al número y el calado.

Las medidas tomadas van dirigidas sobre todo al ahorro energético en los picos de consumo, pero de proseguir con la sequía, Panamá solo podrá abastecerse mediante la compra de energía a países vecinos de centro América.

Ante esta situación, muchos colectivos como la Asociación Panameña de Ejecutivos de empresa o el Centro de Incidencia Ambiental, emitieron comunicados en el que afirman que la actual crisis energética está dada por una falta de planificación y por un uso no racional en la explotación de los recursos de las cuencas hidrográficas, ni el uso correcto de otros recursos naturales.

Por todo ello, el Gobierno tiene que plantearse una estrategia energética nacional, donde entre el uso de otras fuentes alternativas que aprovechen otros recursos para la producción. Es fundamental establecer legislaciones que fomenten una gestión energética sostenible y responsable, con equipos y sistemas productivos eficientes y tecnologías como la solar fotovoltaica, que permitan asegurar un abastecimiento más continuo de energía eléctrica.

Panamá es un país que cuenta con un clima y geografía adecuado, para implementar este tipo de proyectos que solucionarían a largo plazo el problema energético. Situaciones como la actual crisis energética evidencia la necesidad de incorporar energías como la solar y la eólica al mix eléctrico.

De hecho, el país ya se está preparando para dicho cambio, lo que supone una oportunidad para el desarrollo de nuevos proyectos y de inversión en energías renovables en el país.

La proporción de energía renovable en el mix energético se sitúa actualmente en el 13%, pero todo este porcentaje se corresponde con minicentrales hidroeléctricas.

Panamá está invirtiendo en desarrollo de recursos eólicos y fotovoltaicos. Este año se ha puesto en marcha la primera planta de energía solar fotovoltaica en el país, ubicada en el distrito de Parita, con una capacidad de primera fase tendrá una capacidad de 2,4 MW, que espera duplicar en su segunda fase. Esta planta puede cubrir hasta un 30 % de la demanda eléctrica del distrito.

Se espera que en un futuro próximo se facilite la inversión para que proyectos como este puedan reducir la dependencia energética del país de los combustibles fósiles, así como de la dependencia del recurso hídrico, que han llevado a Panamá a esta situación energética.