Arabia exporta el equivalente a 12,5 millones de barriles diarios, sin embargo avanza hacia un futuro basado en energías renovables. Supone la gran llamada de atención al cambio de los modelos energéticos mundiales.
El nuevo Programa Energético de Arabia Saudí, prevé una inversión de decenas de millones de dólares para catapultar al país entre el grupo de líderes mundiales en el desarrollo de las energías renovables.
La KACARE, (La Ciudad Rey Abdullah de energía atómica y renovable) ha publicado recientemente el Libro Blanco, en el que presenta los próximos planes para la instalación de 41 GW de potencia de energía solar y fotovoltaica para el año 2032 (16 GW serán de fotovoltaica, mientras 25 GW corresponderán a energía solar concentrada (CSP).
A través de la KACARE y de un portaL especial creado por esta, productores e inversores se podrán informar de las últimas noticias relacionadas con el estado del programa y la cronología, de las sucesivas rondas de licitaciones, así como consultar los detalles de este programa de nuevos proyectos en fotovoltaica.
Las primeras licitaciones se estrenan en el 2013. Se propone introducir un mínimo de dos rondas de licitación, lo que sumarán alrededor de 5 GW en proyectos.
A parte de fomentar el nicho de mercado de la energía solar y la atracción de inversores en Arabia saudí, la KACARE está invirtiendo en nuevos proyectos de investigación.
Uno de estos proyectos se basa en la medición y mapeado de los recursos renovables del país, con lo que se creará un Atlas en línea de recursos renovables, que sirva de base para la aplicación de futuros proyectos en el sector energético.
La KACARE tiene la intención de crear más de 100 estaciones de monitoreo de los recursos solares, repartidas estratégicamente por el territorio de tal forma que se obtengan datos informativos sobre el clima y se puedan identificar áreas de alto potencial para el desarrollo de energía renovable y fotovoltaica.
La información extraída de estas estaciones facilitará el estudio de las mejores ubicaciones geográficas, por la calidad de la radiación solar y otros factores que puedan influir como viento humedad o polvo. Estos datos se incorporarán al citado Atlas de los recursos renovables para investigadores y desarrolladores de nuevos proyectos, así como para el interés de posibles inversores.
La intención de Arabia Saudí a la hora de desarrollar estos proyectos se centra en el apoyo de la sustitución gradual de las fuentes de energía convencionales, como el petróleo, el carbón y otros combustibles fósiles. El objetivo es que en el año 2032 el 50% de la energía suministrada al Reino provenga de fuentes renovables.
Para el país es una oportunidad de cubrir necesidades de agua potable y refrigeración con fuentes de energía alternativas, y con tecnologías adaptadas a las condiciones climáticas del Reino.
Que uno de los mayores productores de petróleo a escala mundial esté haciendo tal esfuerzo de inversión en la investigación de nuevas fuentes de energía como la fotovoltaica debería tener repercusión y concienciar a los gobiernos de que el cambio hacia el nuevo modelo energético es una necesidad. El futuro energético será inevitablemente renovable.
México, Arabia Saudí y Rusia predicen 111 dólares/barril en 2012. En 2011, el precio llegó a situarse por encima de los 100 dólares
