Debido al marco legislativo y las actividades para reducir los gases de efecto invernadero, Panamá se alza como uno de los países latinoamericanos con más proyección en el futuro.
Panamá es uno de los países emergentes en Latinoamérica respecto a la energía solar fotovoltaica que más oportunidades genera, ya que en él se prevé el desarrollo de un gran número de proyectos rurales, domésticos, y de gobierno.
Los inversores ven en él, un país en pleno crecimiento, en el que además, las autoridades tienen interés en impulsar su mercado. Por ello, las empresas lo ven como un punto estratégico en el mercado Latinoamericano para poder a través de él llegar al resto de países.
Para esto, tanto la Secretaría de Energía de Panamá, como la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) buscan impulsar la generación de energías limpias como la solar, y con ello disminuir la que es generada por otras fuentes.
De hecho, estudios sitúan a Panamá como el país latinoamericano que tiene un mejor marco propicio porque fue de los que más hizo por incrementar su capacidad de energía limpia. Además, el país panameño no solo apoya las energías renovables con su legislación sino que también las respalda con su inversión y los créditos a proyectos en torno al cambio climático.
Panamá también apoya las actividades de gestión de emisiones de gases de efecto invernadero que tiene una relación directa con las energías renovables.
Nos preocupa la actual agenda de transición energética que, lejos de responder a las actuales urgencias, profundiza en los mismos mecanismos que nos han llevado a esta crisis ecológica y social. El manifiesto está disponible en la web para firmar.
La nueva directiva, aprobada el 12 de marzo afecta a todos los Estados Miembros de la UE, que están obligados a incorporar sus disposiciones en sus respectivos ordenamientos jurídicos nacionales en un plazo máximo de 24 meses.