Tras el accidente nuclear de Fukushima en Japón y los altos riesgos que sus mortales radiaciones suponen para gran parte de la humanidad, se convoca esta necesaria Manifestación pro-ecologista, y pro-vida.
La Comisión Ejecutiva de CCOO de Madrid ha aprobado en la mañana de hoy una resolución por la que hacen un llamamiento a los trabajadores de la Comunidad y a la ciudadanía en general para que asistan a la manifestación convocada por distintas organizaciones ecologistas y sociales y que partirá de la madrileña Puerta de Toledo, el domingo 8 de mayo, a las 12 horas.
En la resolución, el sindicato analiza los grandes riesgos a los que nos somete esta tecnología, como ha puesto de nuevo de manifiesto el accidente nuclear de Fukushima en Japón y recuerda que CCOO adoptó en su último Congreso Confederal una posición sobre la energía nuclear que concluía diciendo que los inconvenientes de este tipo de energía aconsejan su sustitución por otras con menores riesgos.
Respecto de las centrales que se encuentran actualmente en operación el sindicato ha señalado que para CCOO es preciso que se alcance un acuerdo consensuado sobre la evolución de las centrales nucleares en España, resolviendo la controversia actual sobre cuándo y cómo considerar la vida útil para cada una de las centrales existentes.
Por todo ello, CCOO reafirma su convicción de que la futura planificación energética debe suponer el abandono de la generación eléctrica nuclear, a partir de los cuarenta años de actividad de cada central y elaborando con la adecuada anticipación planes de cierre que contemplen las alternativas necesarias para la población y territorios que acogen estas plantas. Exigiendo las máximas garantías de seguridad en tanto estas centrales sigan operando y apoya las convocatorias de acciones encaminadas a plantear que se aborde el abandono de esta tecnología.
Mientras tanto, el accidente de Japón obliga a la revisión de la seguridad de todas nuestras instalaciones nucleares con criterios de máxima rigurosidad. CCOO ya ha señalado que el control y la supervisión que desde la Administración se realiza a través del Consejo de Seguridad Nuclear son totalmente insuficientes. La dotación económica aprobada por el Gobierno para su funcionamiento ha ido disminuyendo en los últimos años y consecuencia de ello, los medios de los que se dispone para realizar de forma efectiva el control sobre seguridad son cada vez menores, dependiendo de la información y los medios que las empresas ofrecen.
Tanto el coste de la gestión de los residuos durante miles de años, como la imposibilidad de que las compañías operadoras asuman las consecuencias económicas que el riesgo de la actividad nuclear supone –como demuestra el accidente de Fukishima- ponen sobre la mesa de debate la evidencia que la actividad nuclear no puede mantenerse sin un importante apoyo económico público, aunque se traslade a futuras generaciones, sin el cual sería económicamente inviable tanto en lo que se refiere a cobertura de la reparación de eventuales accidentes como respecto a la gestión de residuos.
La compañia RWE, ganadora del laudo por el recorte expropiatorio de las renovables , exigirá la traba de bienes del Reino en USA para cobrar sus 28 Millones de Euros.
A pesar del aumento de la ambición, los PNEC no logran conectar efectivamente los puntos con lo que ahora importa para hacer realidad la transición energética: despliegue de la red, modernización y flexibilidad.
