Once consejos para que promuevas la eficiencia energética.

Cada vez que hablamos de eficiencia energética estamos hablando de usar inteligentemente la energía, reduciendo su consumo sin disminuir nuestra calidad de vida.

Parece difícil pero pronto veremos que usar mejor la energía es más fácil de lo que creemos.

Día a día, tú y yo, consumimos toneladas de energía desde que nos levantamos y hasta cuando nos acostamos.

También en la industria, la minería, los medios de transporte, y el comercio usan energía en todos sus procesos. Pero… ¿Qué es la energía? La energía proviene del griego “energía” y significa fuerza en acción. Energía es la capacidad de los cuerpos, o de un conjunto de cuerpos, para efectuar un trabajo. La energía es lo que permite que un cuerpo se mueva o se desplace o bien que cambie sus propiedades. La energía mueve al mundo.

¿Sabías que la energía no se pierde solo se transforma?

La electricidad se transforma en frío. El gas se transforma en calor. El petróleo se transforma en movimiento. Incluso lo que comemos también se transforma en energía.

Existen dos tipos de energía:

- las renovables, son aquellas que en sus procesos de transformación y aprovechamiento en energía útil no se consumen ni se agotan. En el mundo contamos con la solar fotovoltaica, la hidráulica, la oceánica o mareomotriz, la geotérmica, la eólica, y la biomasa.

- las energías no renovables son aquellas que en sus procesos de transformación y aprovechamiento en energía útil, se consumen y se agotan.

La energía no renovable más usada en el mundo es el petróleo y sus derivados. También está el carbón, y el gas natural, y claro son las que más usamos, porque el consumo de energía es uno de los grandes medidores del bienestar social. Bienestar que toda nación busca intensamente. Está presión por la demanda de energía conduce a un crecimiento explosivo a escala mundial. Como consecuencia estamos emitiendo demasiados gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático.

¿Cuál es el beneficio real de la eficiencia energética?

- Disminuir la dependencia de otros países, por fuentes energéticas externas.

- Ahorro: al reducir el consumo energético se gasta menos en la obtención de la misma.

- Bajar la presión por los recursos naturales para producir energía se contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que aportan al cambio climático.

¿Por dónde empezar?

Siempre se puede empezar por uno mismo.

1.- El refrigerador es el máximo consumidor de energía de cada familia. Por eso debemos abrir la puerta del refrigerador lo menos posible y jamás guardar alimentos calientes en su interior, ya que esto hace que el compresor requiera más energía de lo habitual.

 2.- Desenchufa los aparatos que no estés utilizando. Todo aparato que está apagado, y tiene una luz de color encendida, está consumiendo energía igual. A esto se le denomina consumo vampiro.

3.- Guarda en un termo el agua caliente que utilizarás en otro momento.

4.- Apaga el piloto del calentadora de agua cuando no esté en uso. Si lo dejas encendido has de saber que el piloto consume gas de manera permanente.

5.- Toma duchas cortas.

6.- Lava la ropa con agua fría y con carga completa.

7.- Plancha lo mínimo.

8.- Compra artefactos con categoría energética “A”

9.- Recuerda cocinar con la olla tapada. Ello ahorra energía y nos hace ganar tiempo.

10.- Utiliza bombillas eficientes. Iluminan lo mismo que las tradicionales, y consumen menos energía.

11.- Para mantener el calor en tu hogar mantén puertas y ventanas cerradas.

La eficiencia energética es una manera concreta de ayudar a que tu familia, tu trabajo, y tu país sea más sustentable.

Puedes hacer eficiencia energética desde la casa, la escuela, el trabajo, o cualquier lugar donde estés.

Eficiencia energética es usar mejor la energía y eso todos podemos hacerlo.